«Sabemos que es una lucha de David contra Goliath», dicen los vecinos
Los propietarios que no han firmado se oponen «por una cuestión de principios» porque creen que el plan hipoteca sus fincas y el futuro del valle
Además de los 13 propietarios con los que no se ha llegado a un acuerdo para tender la línea subterránea que unirá el cable submarino ... con la conversora, existe un movimiento de oposición al proyecto de calado en Gatika y en varios municipios más del entorno, como Maruri. El descontento se ha articulado en torno a la 'Plataforma Interkonexio Elektrikorik Ez!' ('Plataforma no a la Interconexión Eléctrica').
El colectivo lleva desarrollando una frenética actividad desde 2017, con campañas informativas. «Nos oponemos a este proyecto por razones de peso. Porque estamos hablando de un negocio y de un modelo que, como se ha visto con el apagón, no funciona», destaca Ekaitz Arbinaga, presidente de la agrupación.
La plataforma sigue muy atenta todos los informes del grupo Boluntak, los jubilados que realizan una vigilancia constante de las obras de la conversora y que ahora tendrán más trabajo puesto que el tajo de los 13 kilómetros de línea soterrada con Lemoiz va a comenzar ya. Los Boluntak están cansados de «los desmanes» de la subcontrata que lleva desde octubre de 2023 trabajando en la zona. «Son innumerables los atentados que han cometido contra el paisaje, contra el pueblo... Molestan al ganado, se saltan los límites de las parcelas, destrozan los caminos... Estamos cansados», explica Txutxi, su portavoz. «Sabemos que la nuestra es una lucha de David contra Goliath, pero las cosas no se pueden hacer así por mucho que sea un proyecto de miles de millones de euros», añade.
Temor al futuro
Respecto a los propietarios que se niegan a rubricar las actas de ocupación, hay varios de ellos que se han opuesto por un tema económico pero para la mayoría de ellos es «una cuestión de principios». Porque «no quieren ver destrozada la tierra de sus antepasados y también miran con temor al futuro, a lo que dejarán a sus hijos porque, aunque vaya soterrada, no deja de ser una línea de alta tensión», valora una persona cercana a uno de los que se ha negado a firmar.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión