El 70% de las residencias de Bizkaia tuvo carencias de personal o mantenimiento el año pasado

Los datos los ha aportado la mañana de este lunes la diputada de Acción Social, Amaia Antxustegi, durante una comparecencia en las Juntas Generales en la que ha detallado el protocolo de control de los servicios y las prestaciones que se ofrecen en el territorio y sus resultados. El departamento ha «reforzado» el equipo de inspectores, que ahora mismo está compuesto por nueve personas, y esa es la razón a la que atribuye un incremento exponencial de las revisiones en residencias y de los «incumplimientos» detectados. «No nos va a temblar la mano a la hora de sancionar», ha dicho Antxustegi.

El pasado mes de marzo trascendió el caso de una residencia de Ortuella a la que se abrió expediente el año pasado por dejar a 88 mayores desatendidos toda una noche, el de otra de Arrigorriaga con fallos de mantenimiento, y el cierre de una tercera en Bilbao por incumplir, entre otras cuestiones, los requisitos de temperatura. Todo eso ocurrió en 2023. A esta lista se ha añadido hoy la situación registrada en el centro Rodríguez Andoin V de Portugalete, que aguarda la resolución de dos informes por las reiteradas caídas de dos usuarias.

A preguntas de EH Bildu la responsable foral de Acción Social ha confirmado que los inspectores constataron incumplimientos legales en tres aspectos durante varias visitas sorpresa: falta de efectivos sanitarios, no haber sustituido al psicólogo en sus vacaciones y no haber aportado información adecuada a los familiares. Se da la circunstancia de que la residencia de Portugalete fue reconocida por la Diputación en 2023 por sus «buenas prácticas». Se trata de un centro «libre de sujeciones» en el que no se utilizan dispositivos para limitar la movilidad de los usuarios, por ejemplo en la cama. En el caso de una de las mujeres que sufrió una caída los sensores que debían alertar de sus movimientos no tenían pilas.

De todos los incumplimientos detectados en la red de residencias a la Diputación le preocupa especialmente la falta de personal. Antxustegi ha reconocido hoy que existen casos de centros que están intentando ampliar sus plantillas pero que «no ofrecen las horas de atención que deben porque están teniendo problemas de contratación». Dicho de otro modo, que faltan profesionales. Una carencia que también padece el Servicio Vasco de Salud, donde las incorporaciones no compensan las jubilaciones.

El Gobierno foral inspeccionó el año pasado los 387 centros de atención social del territorio al menos una vez de oficio, «y se repite cuando se presentan denuncias». El resultado fue la detección de carencias en 238. A los datos de las residencias se añaden los 50 incumplimientos en viviendas comunitarias, 3 en apartamentos tutelados y 2 en centros de atención temprana. La red de centros de día es la única que ha superado los exámenes sin pegas.