«Hay que replantearse las inversiones y priorizar la ayuda a las familias»

Barakaldo va a tener que pararse para «priorizar la ayuda a nuestros vecinos». La alcaldesa jeltzale, Amaia del Campo, pronostica «una de las peores crisis que recordaremos». De ahí que proyectos clave para el futuro de la segunda urbe vizcaína tengan que retrasarse y destinar recursos a revitalizar la economía a pie de calle. «No vamos a dejar a nadie atrás», afirma.

- Barakaldo es el tercer municipio vasco más castigado (658 casos). ¿Tienen detectados los focos de contagio?

- No tenemos estudios epidemiológicos. Somos la cuarta ciudad de Euskadi y tenemos mucha población mayor, muchas residencias y, por desgracia, mayor probabilidad. Es importante seguir tomándonos muy en serio las medidas. Se trata de no pensar solo en nuestra seguridad, si no también en la de las personas más vulnerables, como los mayores.

- ¿Cómo está la situación en las residencias?

- Las cifras las ofrece la Diputación. Estamos en contacto permanente, intentando ver cómo podemos echar una mano. Por eso, hemos ayudado con material sanitario a las residencias.

- Nadie imaginó un 2020 como éste.

- Está siendo duro. Muy doloroso. Cada vez que veo los datos de las personas que han dado positivo en Barakaldo me da un vuelco al corazón. Esto tiene que ser una pesadilla. Nos hemos puesto a trabajar rápido, aunque con cabeza, para ver cómo desde el Ayuntamiento podíamos reinventarnos y ponernos al lado de nuestros vecinos. No vamos a dejar a nadie atrás.

- ¿Teme el día después?

- Estamos muy preocupados. Va a costar volver a la normalidad como la conocíamos. Barakaldo había cogido velocidad. Diría que íbamos lanzados. Y esto nos va a suponer un replanteamiento por parte del Ayuntamiento. La prioridad es ayudar a las familias y reactivar el tejido económico. Hemos pedido a todos los concejales que se replanteen la situación presupuestaria. Habrá proyectos que habrá que retrasar. Vienen tiempos muy difíciles.

- De un día para otro se ha perdido el terreno ganado tras años de nubarrones.

- Las instituciones vamos a tener menos dinero y las familias más necesidades. Si la vida ha vuelto a cambiar, también lo tienen que hacer las líneas que marcamos. Es un principio de realidad. Lo primero son las personas que más lo necesitan. De hecho, una de las primeras medidas fue conseguir tarjetas para el Banco de Alimentos. También hemos dotado de tarjetas de internet a los txikis más vulnerables para que pudieran seguir el curso 'online'.

- Se ha consignado medio millón de euros para ayudas directas a la hostelería, comercio y autónomos para compensar el pago de impuestos, bonos comercio... ¿Se quedarán cortas?

- Son unas primeras medidas. El objetivo es ayudar en ese empujón inicial. Hay comerciantes que ya nos han dicho que temen que no van a volver a abrir. Nos teníamos que poner en marcha cuanto antes. Va a ser difícil y tendremos que poner en marcha nuevas medidas. La partida de las Ayudas de Emergencia Social también se va a tener que ampliar.

- Barakaldo tiene en el horizonte importantes proyectos como el gran parque junto a la ría. ¿Se tendrán que retrasar?

- Hay que replantearse todo el plan de inversiones porque será una de las crisis más duras que recordaremos. No digo que no se vayan a hacer, pero se harán un poquito más tarde.

- La Bienal de Máquina Herramienta se ha aplazado a noviembre. ¿Se podrá celebrar?

- Trabajamos con prudencia. En este momento es muy difícil hacer planes a medio plazo.

- De no hacerlo, ¿cuál puede ser el daño para el municipio?

- No podría decir qué impacto, habría que ver la dimensión de la Bienal, si se celebra en las mismas condiciones que otras ediciones. Habíamos tenido unos indicadores francamente positivos.

- La Policía Local ha impuesto 830 sanciones...

- La gente está siendo responsable. Por desgracia, hay algunos que no lo hacen, pero la Policía Local y la Ertzaintza está trabajando para que se cumpla.

- Hubo un incidente en el albergue municipal con una veintena de indigentes que se marcharon. ¿Cómo está la situación?

- En una ciudad tan grande es normal que aparezcan conflictos. Cuando surgen, hay que resolverlos. La situación está tranquila.

- ¿Habrá fiestas del Carmen?

- Se está trabajando, pero lo veo muy difícil. Es complicado que se puedan organizar grandes conciertos en la Herriko Plaza. Si finalmente no se celebran, ese dinero tiene que emplearse en ayudar a los baracaldeses a salir de esta crisis.