El regreso de peregrinos asiáticos augura un verano récord en el Camino de Santiago
La ruta perdió el año pasado el 20% de afluencia a su paso por Bizkaia, aunque este prevé alcanzar cifras prepandémicas
El Camino de Santiago perdió un 20% de peregrinos el año pasado. El miedo al coronavirus -y las restricciones en los viajes internacionales- se impusieron ... sobre el año Xacobeo. Así, por los albergues vizcaínos pasaron menos peregrinos que en 2019. Este año, en cambio, las posadas del territorio esperan superar el récord histórico de 28.621 personas que recorrieron el camino del norte -el que pasa por Bizkaia- hace cuatro años.
La Semana Santa ha sido la gran prueba de fuego para calcular la cifra de cara a la temporada estival. Desde la Agrupación de Hospitaleros Voluntarios del Camino de Santiago explican que sus albergues han estado llenos, como habitúa a suceder en estas fechas. «El perfil que acude durante estos días normalmente son grupos que hacen la ruta entre Irún y Bilbao, no pueden hacer más porque no se lo permiten las vacaciones. Como otros años, hemos vivido una avalancha de gente joven», explican.
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El cambio significativo, en cambio, lo viven desde finales de abril, una temporada en la que los albergues están poco concurridos. Los hospitaleros destacan que ya registran «más peregrinos de lo habitual». El perfil que acude en estas fechas no ha cambiado con respecto a los años anteriores a la pandemia. Alemanes, holandeses y polacos llenan estos días los albergues vascos.
Desde la Agrupación de Hospitaleros Voluntarios del Camino de Santiago explican que en los últimos años han experimentado un auge del turismo estadounidense. El asiático, en cambio, todavía no ha regresado debido a las restricciones para realizar viajes internacionales. «De todos modos, es un tipo de peregrino que habitúa a venir en verano. Los chinos, los japoneses y los coreanos van a ser los responsables del reflote de asistencia en el camino», pronostican.
Más allá de las nacionalidades, el perfil de quienes deciden realizar el camino corresponde, en su mayoría, a personas entre 51 y 60 años. Sin embargo, según explican los hospitaleros, durante la temporada alta -de julio a septiembre- hay «todo tipo de gente».
Desde la Agrupación de Hospitaleros del Camino de Santiago señalan que la forma en la que los peregrinos se organizan ha cambiado desde la pandemia: «Cada vez funcionan más con reservas y eso sólo lo pueden ofrecer los albergues privados. Antes el peregrino se conformaba con dormir en cualquier lado».
Desde esta asociación lamentan que este año disponen de menos albergues que en años anteriores. «No tenemos claro si los ayuntamientos nos van a ceder los albergues de Portugalete y Gernika», cuentan. Así, preguntados por la posibilidad de instalar más camas en el resto, lo descartan debido a la falta de espacio de la mayoría de las posadas. «Es probable que, igual que ha sucedido otros años, acaben peregrinos durmiendo en las afueras de los hostales por estar llenos», aseguran.
En la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Bizkaia, una agrupación que todavía no tiene ningún albergue abierto, cuentan que ya se están preparando para la temporada de verano. «Limpiadas las posadas, preparamos las literas y establecemos los calendarios entre los voluntarios que cuidamos los albergues», aseguran.
¿Qué es necesario para ser hospitalero? La voluntad, haber hecho la peregrinación a Santiago y realizar un cursillo «muy sencillo» de un fin de semana.
Para ser hospilatero es obligatorio haber realizado el peregrinaje y un cursillo de dos semanas
La mayoría de peregrinos tiene entre 51 y 60 años aunque «en la temporada alta hay gente de todo tipo»
Cinco millones de euros
Coordinación entre instituciones
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28.621 es el récord histórico de peregrinos en el País vasco. Corresponde al ejercicio de 2019. Esta cifra se redujo sensiblemente al siguiente al bajar hasta los 12.724 por el impacto de la pandemia. El año pasado descendió un 20%. uAyuntamientos. Los consistorios son los responsables de conservar los caminos que pasan por sus municipios, la señalización urbana y la atención a los peregrinos desde las oficinas de información turística.
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Diputación. Según las competencias de los distintos departamentos, se encarga de la mejora y el mantenimiento de las rutas y de eliminar los puntos negros de las carreteras
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Gobierno vasco. Le corresponde asegurar la protección y señalización del camino, realizar las gestiones para la mejora del trazado, la divulgación y la promoción de esta ruta como un atractivo turístico y proteger la seguridad y la salud de los peregrinos.
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14 monumentos vascos por donde pasa el camino, entre los que destacan el antiguo convento de Santa Clara de Balmaseda y el Palacio de Montefuerte de Gernika, han recibido ayudas para su rehabilitación.
Con motivo del año Xacobeo, Euskadi recibió 5,5 millones de euros para «la rehabilitación del patrimonio de uso turístico» por donde pasa el Camino. Así, el Consejo de Gobierno del pasado 18 de abril aprobó la intervención en 14 monumentos vascos. Entre ellos, la Iglesia del Convento de Santa Clara, en Balmaseda, el Palacio de Montefuerte, en Gernika, y las ruinas del Convento de San Francisco, en Bilbao.
El Camino de Santiago se calificó como Bien Cultural vasco, con la categoría de Conjunto Monumental en el año 2.000. Después, en 2002 se realizó la primera campaña de señalización direccional en la ruta Zenarruza-Markina, en ese momento como experiencia piloto. Tres años más tarde, ya se había realizado la misma actuación en todo el recorrido.
Desde el Gobierno vasco explican que dentro de sus planes de actuación está la eliminación de los tramos que transcurren por carretera. Según cuentan, en los últimos 10 años han suprimido en un 25% los trazados que obligan a caminar por autovías o carreteras secundarias.
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