Los 6.400 turistas de los cuatro cruceros llegados hoy abarrotan el Guggenheim

Una cola interminable de visitantes ha ocupado este martes el acceso principal del Guggenheim durante toda la jornada, como si fuera una muestra más del arte contemporáneo. No había excursiones de colegios -entran por el acceso inferior, junto a la ría- y tampoco es una semana significativa para el turismo. La explicación estaba en el desembarco a primera hora de la mañana de cuatro cruceros con 6.400 viajeros a bordo y unos 3.000 tripulantes.

Eran poco más de las ocho de la mañana cuando los buques 'Sea Cloud II', 'Norwegian Spirit', 'Marina' y 'Sapphire Princess' pidieron permiso para atracar. El primero lo hizo en Zierbena y los otros tres echaron el ancla en la terminal de cruceros de Getxo. Procedentes de Reino Unido, Italia y Portugal, la mayoría sólo pasará unas horas en Bizkaia poco más de una jornada. Amanecerán en San Sebastián este jueves antes de poner rumbo a Francia.

El más grande es el 'Sapphire Princess'. Tiene 294 metros de eslora y lleva 2.965 pasajeros a bordo. Es un coloso de 18 cubiertas -18 pisos de un edificio normal, 63 metros de altura, provisto de más de 1.300 camarotes y 700 terrazas. Carlos del Río, director de 'RC Travel', calcula que un 20% de los cruceristas participa en las excursiones. Eso, sólo en este buque son más de 600 personas. «Bermeo, Gaztelugatxe, Bilbao, Hondarribia», enumera. «Todos pasan por el Guggenheim y la mayoría come de pintxos en el Casco Viejo». Son cruceristas «de nivel medio», muchos de ellos británicos porque partió de Southampton.

El segundo por tamaño es el 'Norwegian Spirit', con 269 metros de eslora y 2.000 cruceristas alojados y el tercero fue bautizado como 'Marina', con 200 metros de eslora y 1.250 viajeros. La empresa 'Bilbao paso a paso' gestiona las excursiones de ambos. A las ocho y media de la mañana comenzaron a mover «26 autobuses con rutas hacia Bilbao, Guggenheim y Casco Viejo fundamentalmente, y también hacia la costa y Gernika», según detalló su directora, Garbiñe Naverán. También gestionan un «servicio de lanzaderas hacia la calle Elcano, con otros 20 autobuses» para los que prefieren visitar las ciudades por libre. La mayor parte de los clientes de este martes eran «americanos». Para las nueve y media de la mañana ya estaban los primeros en la explanada del museo mientras otros se dirigían a bodegas riojanas. Reservan las primeras horas, según explicaba un guía junto al 'Puppy', «para el tour más light, con personas de movilidad reducida. Daremos una vuelta, contaremos el pasado industrial y la reconversión de esta zona y tomaremos un café».

Según pasaban las horas, el trasiego de buses y grupos fue en aumento. La mayoría optaba por la discreción y el anonimato. Vicente y su mujer son los únicos que se animan a contar que son «de Miami. Nos gustan los cruceros. Todos los años hacemos alguno. Hasta ahora siempre por el Caribe: Jamaica, Puerto Rico, Panamá... Pero es la primera vez que venimos a Europa, aunque mi mujer estuvo de niña». Su viaje de 13 días, que partió de Roma y ahora se dirige a París, les está resultando «espectacular, sobre todo los restos romanos y las catedrales. ¡Cuánto dinero tiene la Iglesia!». También le asombra «lo limpio que está todo». Les han dado 40 minutos para echar un vistazo a los alrededores del museo, pero no han entrado. Aún así, «la arquitectura del edificio» le ha fascinado. Dan por buenos los 5.000 dólares que han pagado por pasaje este constructor de piscinas y su esposa, que trabaja en una naviera.

Los tres cruceros de Getxo saldrán este miércoles, entre las dos y las seis de la tarde. Pero uno de ellos, el que está en Zierbena, ha venido para quedarse al menos 72 horas. El 'Sea Cloud II' es el más pequeño y exclusivo, uno de esos superyates que acaban reconvertidos para estas lides. Originalmente era un velero y todavía hoy podría navegar con el impulso del viento. Moderno y equipado con la última tecnología, tiene una eslora de unos 100 metros. A diferencia del resto, sólo van 80 personas a bordo, incluyendo la tripulación. «Los camarotes son como habitaciones de hotel, enormes», cuentan los que han podido subir. «Este formato se vende como expediciones, viajes exclusivos a los que pueden sumarse pocos viajeros», explica Chelo Escabias, directora de NIS, que organiza sus rutas y recorridos turísticos aquí.

Más allá de Bilbao, Getxo, San Sebastián o un paseo por la costa, ellos han preparado un menú especial. «Dormirán durante tres noches en el hotel Dómine y podrán visitar todo con calma. Irán a la factoría Albaola, donde podrán ver cómo se construye su famoso ballenero», detalla. El asunto suena caro. «Ahora mismo hay una oferta en su web para una semana por 7.995 dólares», añade. Los extras pueden disparar esa cifra, pero este colectivo no suele mirar mucho las facturas.

«No es nuestro récord de cruceristas, pero sí es una jornada excepcional», admiten fuentes de la Autoridad Portuaria. Hacía tiempo que no se veía un trasiego similar. A lo largo de todo el año llegarán a Bizkaia 50 cruceros.