Un vecino observa uno de los tramos de raíl del tranvía de 1876 que ha aflorado en las obras. J. G.

Las obras de Zorrozaurre destapan los raíles del tranvía a Algorta de 1876

Las obreros que trabajan en la urbanización de la isla se topan con restos enterrados del tren ligero, que el Ayuntamiento apuesta por conservar

Lunes, 6 de octubre 2025, 18:44

Sucedió a comienzos de esta semana en Zorrozaurre. Los operarios que trabajaban en la urbanización del frente costero que recorrerá la Ribera de Deusto se ... llevaron una sorpresa al picar la carretera con su excavadora y toparse con unos raíles ferroviarios, a unos 40 centímetros de profundidad. La hipótesis más propable es que estos carriles de acero pertenecieron al viejo tranvía que unió Bilbao y Algorta entre 1876 y 1948. Seguramente sin saberlo, los trabajadores sacaron a la luz un pedazo de la historia gloriosa de la capital vizcaína, que fue la primera ciudad española en contar con un tren ligero electrificado.

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El sugerente hallazgo ha despertado el interés de algunos vecinos del barrio. También de la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública (AVPIOP). Y del Ayuntamiento, que ha comunicado a este diario su intención de conservar los vestigios encontrados, si técnicamente es posible. Su preservación dependerá en gran medida de su estado, ya que posiblemente hayan pasado más de un siglo bajo tierra, en una zona muy húmeda. Por el momento, los trabajos parecen pausados. Ni el jueves por la tarde ni el viernes hubo actividad en el tajo.

Pero, ¿por qué hay raíles de tranvía en lo que hoy es una isla y en su día fue una península, si aquel transporte público enlazaba El Arenal con Getxo a lo largo de la margen derecha de la ría? «Zorrozaurre tuvo una importancia capital en esta línea, incluso me atrevería a decir que también fue relevante para otros tranvías, porque aquí estuvieron las cocheras donde se guardaban las unidades y un taller en el que se construyeron incluso coches para otras empresas», cuenta Juanjo Olaizola, presidente del Museo Vasco del Ferrocarril.

Y ¿cómo han pervivido hasta nuestra época? Este interrogante sí le llama más la atención a Olaizola, ya que el trazado se desmanteló en la postguerra y entonces era habitual aprovechar el acero para fundirlo de nuevo ante la escasez de materias primas. Esa chatarra valía oro. «Hay constancia de que se emplearon, por ejemplo, raíles de esta línea como elementos constructivos para levantar los talleres ferroviarios de Lutxana», explica. «A veces era costoso sacarlos, así que es posible que echaran el pavimento y el asfalto directamente encima».

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¿Tiene algún valor patrimonial lo hallado? La asociación AVPIOP así lo cree. «Muy posiblemente los raíles fueron forjados en Altos Hornos y dieron forma al primer tranvía de Euskadi», explica uno de sus responsables. Aquí hay que hacer una pequeña aclaración.En su inauguración, en 1876, este transporte utilizaba mulas para su tracción. Fue el primero en el norte peninsular pero para aquel entonces ya había tranvías tirados por motores de sangre (como se conocía en la época) en Barcelona, Madrid y Valencia.

Tecnología alemana

La línea se electrificó en 1897 con tecnología alemana. En concreto con material de la AEG, firma que hoy sigue fabricando electrodomésticos. Así, se convirtió en el segundo de España en abrazar la electricidad. El primero estaba muy cerca:unía, desde hacía un año, Bilbao con Santurtzi.

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Una de las curiosidades es que el tranvía a Algorta convivió con el ferrocarril Bilbao-Plentzia. Durante décadas mantuvieron una feroz competencia. «En muchos puntos discurrían en paralelo y los maquinistas de ambos transportes podían mantener discusiones e insultarse, cara a cara, de lo cerca que estaban». Pero, lógicamente, no había mercado para ambos proyectos, así que, en 1948, el tranvía se transformó en un trolebus (un bus eléctrico que aprovechaba la catenaria) y los raíles cayeron en desuso. El trolebús aguantó hasta 1965. Finalmente, el tren (en 1995 se transformaría en el moderno metro de Norman Foster)ganó la partida.

Llegados a este punto, el Ayuntamiento quiere conservar los raíles. «Quizás no tengan gran valor patrimonial, pero sí que tienen un significado como elemento simbólico a nivel de historia del lugar .Y, si su grado de oxidación lo permite, lo queremos integrar en la nueva urbanización como un elemento de memoria». Pasado y futuro, porque Zorrozaurre volverá a tener, casi un siglo después, su tranvía, con cuatro paradas en la isla, a unos 100 metros de donde pasaba el viejo tranvía que ahora ha aflorado.

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