«Con nieve hay que subir al Paga como si fuésemos a Pirineos»
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«Sobrevolando el Pagasarri con el helicóptero se veían muchas 'culadas'. Estos días hay que subir al Paga o al Gorbea con crampones o raquetas ... porque es fácil resbalar, caer y romperse una pierna». Manuel Arriba Herrero es enfermero y trabaja en la Unidad de Vigilancia y Rescate de la Ertzaintza. En la última semana se han registrado cinco rescates de aficionados, que no valoraron los riesgos que entrañan la nieve y el frío. Acudieron al Pagoeta por una luxación de hombro; al Txindoki por una lesión de tobillo; en Urkiola auxiliaron a una niña que había sufrido una hipoglucemia; y en Azkorri localizaron a una persona perdida.
Aunque la ruta sea conocida, «la nieve sobre el terreno desorienta» y, si va acompañada de niebla y falta de visibilidad, complica aún más llegar al destino. «Mucha gente nos llama cuando ya apenas les queda batería. El frío fulmina la carga del móvil. Es mejor llevarlo en un bolsillo interior o envuelto dentro de la mochila», aconseja. Las aplicaciones que te dan las coordenadas geográficas «nos facilitan infinitamente el trabajo».
«Nuestros montes son relativamente sencillos por cota, pero en estas condiciones hay que planificar la salida como cuando vamos a hacer un 3.000 a Pirineos. Y si no tengo mucha idea, contratar a un guía de montaña», advierte. En alguno de los últimos rescates en el Gorbea, «llegamos a estar a -8,5 grados. Si llevas material inadecuado y sufres un accidente, esas temperaturas te pueden llegar a matar». En la mochila no deben faltar «alimentos con muchas calorías» y una linterna.
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