El refugio de las campas de Arraba amplía su oferta para ser más atractivo

Se sitúa en un paraje de ensueño para sentir de cerca la riqueza natural de Bizkaia. Es el refugio Ángel Sopeña, ubicado en las campas de Arraba, al pie del monte Gorbea. Hasta ahora sus responsables, Yoli Martín y Joseba Elorrieta, ofrecían solo un servicio de restaurante y alojamiento a mendizales y visitantes, perohan decidido aportar algo más a su estancia en esta, una de las casetas de montaña más conocidas del territorio. «Hace tres años decidimos reformar el refugio y construimos una sala de reuniones donde realizar actividades de formación porque queremos ser algo más que un lugar para tomar el hamaiketako», explica Elorrieta. Por eso, tal y como él mismo especifica, «queremos organizar desde aquí actividades con distintos niveles de exigencia, para niños y niñas, familias, amantes de la montaña y grupos de estudiantes».

De cara a la primavera, han puesto en marcha, entre otras ideas, salidas geológicas para escolares, estancias para adultos y colonias para jóvenes. Por un lado, han desarrollado una unidad didáctica de geología que propone salidas dirigidas a estudiantes de tercero y cuarto de ESO, así como para bachilleres que cursen esa rama científica. «De la mano de un experto, tendrán ocasión de participar en un trabajo de campo donde disfrutar de la geología y llevar a la práctica lo aprendido previamente en el aula», dice Elorrieta.

Además, también quieren que este espacio enclavado en plena naturaleza pueda ser un lugar que organice estancias para grupos de hasta seis personas tanto para jóvenes de 12 a 16 años como para adultos. En el caso de estos últimos, «la idea es convivir durante cinco días en euskera y, de paso, realizar diferentes actividades en un entorno natural privilegiado como la observación de la biodiversidad y del cielo nocturno, el uso de la brújula y el yoga».

Respecto a las colonias, se han puesto en marcha estancias de cinco días con excursiones para trabajar materias como biología y geología, ya que la amplia variedad de flora y fauna del Gorbea y su magnífico paisaje kárstico brindan un marco inmejorable. «También practicaremos técnicas de montañismo: lectura de mapas, elección del material apropiado para cada actividad y conductas respetuosas con el medio natural», explican.