Pomadas y trampas que dejan de lado a los deportes clásicos
La iniciativa de 'Patios inclusivos' del instituto de Uribarri en Basauri busca crear un espacio verde en el centro con los alumnos
Los alumnos de ESO y Bachillerato del instituto Uribarri en Basauri disfrutaron ayer de una jornada diferente: nada de aulas, pupitres, sillas o encerados, pero sí mucha información nueva y distinta. El AMPA Adalpa junto a la asociación ecologista Sagarrak y en colaboración con el Gobierno vasco organizaron una iniciativa para acercar la naturaleza a los estudiantes.
Se trata de 'Patios solidarios', un proyecto que «pretende involucrar a los alumnos para, entre otras cosas, poner en condiciones las partes verdes del instituto y crear una zona diferente y atractiva para ellos», explicó Lucía López, miembro del AMPA Aldapa. La idea es convertir las zonas del patio del recreo en un espacio inclusivo que ofrezca opciones de disfrute más allá de los deportes clásicos.
De esta manera, se ha transformado una parte infrautilizada del instituto en un «txiringuito» para realizar diversas actividades. La iniciativa se divide en tres jornadas: una fue en diciembre, la segunda en marzo y la última será a final de curso.
La edición de ayer se dedicó a la elaboración de pomadas de llanten para aliviar rojeces, picores y mordeduras de insectos. También elaboraron velas y trampas para avispas asiáticas. «Tuvimos que retirar una colmena del instituto, así que se nos ocurrió incluir estos cebos», aclaró López.
Los chicos se mostraron entusiasmados en cada una de las actividades propuestas. Irati es una de las alumnas participantes y afirma que «son talleres muy chulos y entretenidos, aprendemos mucho». Su compañera Damaris contó que animará a sus amigos para «motivarlos a que incluyan estas tareas en su tiempo libre».
Hugo disfrutó yendo en busca de las llanten. «Dar una vuelta por las zonas verdes para encontrar las plantas me gustó, hay que fijarse mucho y estar atento». Mailen prefirió elaborar las trampas para avispas y le «encantó la jornada porque es muy interesante, nos han enseñado cosas de las que no teníamos ni idea».
Hacer piña
Izaskun Azkunaga es profesora con experiencia y sabe detectar cuándo los estudiantes disfrutan y se implican. «Están encantados, escuchan atentos y se les ve interesados», comentó. Pero lo que más destaca Azkunaga es la parte activa: «Todos participan, se ayudan unos a otros y mejoran las interacciones entre ellos y hacen piña».
Algunas de las madres se ofrecieron para ir de voluntarias, como Mónica Rodríguez, quien estuvo ayudando a los chicos. «Yo también me lo paso muy bien, veo cómo les pica el gusanillo y la ilusión que tienen», manifestó y reveló que «nosotros también aprendemos de ellos, nos enseñan otro punto de vista y es fantástico».
Pese a que la competencia de los institutos la lleva el Gobierno vasco, la concejal de Educación en Basauri, Idoia Ortego, se acercó hasta el patio para apoyar la iniciativa. «Este tipo de programas son fundamentales para crear una buena comunidad y convivencia en las aulas», subrayó Ortego y añadió: «Las AMPAS se suelen desactivar en la secundaria, por eso creemos que este tipo de labores pueden llamar la atención de padres y alumnos».