El año más complicado para el programa de intercambio de alumnos de un instituto de Galdakao

Lo tenían todo previsto. Llevaban más de un año trabajando en el proyecto «Discover and share your identity mark», enmarcado en el programa europeo Eramus+, y estaban listos para partir a la ciudad griega de Katerini. Tenían claro su objetivo: transmitir y descubrir el patrimonio histórico-cultural de las culturas vasca y helena. Solo había una cosa con la que no contaban los 19 escolares del IES Elexalde: el Covid-19.

«Llegamos allí el 8 de marzo con intención de volver el día 15, pero entonces los padres nos dieron aviso de que la situación estaba empeorando. Teníamos que buscar la manera de volver porque nuestro vuelo del domingo peligraba. No nos quedó más remedio que regresar un día antes», lamenta Gema Gutiérrez, una de las responsables del proyecto en el centro galdakaotarra. La pandemia debaja en el aire la segunda parte del intercambio de los estudiantes. Los que durante seis días fueron sus anfitriones también debían viajar a Euskadi. El plan inicial era hacerlo en mayo. No pudo ser.

«Era imposible. Se había decretado el estado de alarma y las fronteras se habían cerrado. Se ha aplazado para marzo del próximo año ya que se trata de una situación excepcional. De no haber sido así, el proyecto tendría que haber terminado antes de las vacaciones de verano», desvela la docente.

Los que vivieronla experiencia en aquellos convulsos días de marzo, recuerdad que ni las medidas de prevención contra el patógeno pudiero impidir que los estudiantes disfrutasen de su estancia. De hecho, algunos incluso agradecieron que no hubiese tantos forasteros.

«A pesar de la situación en la que nos encontrábamos, tuvimos la suerte de poder realizar varias visitas por los alrededores de Katerini. Una de mis favoritas fue la de «Old Panteleimon», me pareció un pueblo mágico y el hecho de que no hubiera turistas ayudó a que disfrutásemos más. Pero sin duda alguna, lo que más me ha gustado ha sido la relación que hemos creado con el grupo y que seguimos manteniendo», valora Ane Aguirre, alumna del centro de secundaria de Galdakao. Una opinión que también comparte su compañero Rubén Azcona. «Conocer otro país y sus gentes era mi motivación. Creo que en este viaje hemos aprendido lo que es la responsabilidad individual. Ha sido una experiencia única», cuenta el joven estudiante.

Aunque todavía quedan muchos meses por delante, en el IES Elexalde ya lo tienen todo a punto para recibir a los quince estudiantes de Grecia. «Conocerán la mitología vasca, los bailes tradicionales de la mano del colectivo local Andra Mari, y como no, visitarán la capital y sus museos, San Juan de Gaztelugatxe y Gernika entre otros», detalla Gutiérrez. Pero eso no es todo. También participarán en un taller de eskupilota, impartido por Adiskide Eskupilota, y la agrupación Ganguren Mendi Taldea los guiará por la vía verde de Arrazola.

«Queríamos abrir nuestro centro a nuevas realidades, distintas a las que conocemos en el contexto local, a través de la internacionalización. El 2018 fue el año del patrimonio cultural europeo y nosotros somos ciudadanos europeos. Aprender de nuestra propia identidad cultural así como ser capaces de transmitirla a otro miembro de la comunidad europea, en este caso Grecia, era una experiencia muy enriquecedora.

El principal objetivo del proyecto, con una duración de dos años, es concienciar a nuestros alumnos de su patrimonio cultural, descubrir el del centro de Grecia, reflexionar sobre ambos y compartirlos con una mente respetuosa y tolerante. También ha servido para mejorar el nivel de inglés», ensalza la docente. Además del departamento de inglés, también han participado en la iniciativa profesores de otras asignaturas.