Un millar de pasajeros afectados tras siete desvíos y dos cancelaciones en el aeropuerto de Loiu por los rayos y el viento de ayer
Durante 90 minutos no pudo aterrizar ningún avión en el aeródromo vizcaíno por el intenso viento, el aguacero y las descargas eléctricas, y este miércoles varios vuelos han sufrido retrasos
La fuerte tormenta de viento, lluvia y aparato eléctrico que afectó en la noche de ayer a Bizkaia tuvo una especial incidencia en el aeropuerto ... de Bilbao. El aérodromo aún no ha recuperado la normalidad, ya que dos vuelos acumulan este miércoles grandes retrasos (incluso, más de tres horas). Ayer, hubo que desviar 7 aviones y se cancelaron dos vuelos más.
El fuerte vendaval, acompañado de rayos y lluvia, llegó en el peor momento, cuando la mayoría de los aparatos que pernoctan en Loiu regresaban a base para comenzar hoy sus operaciones desde 'La Paloma'. En un periodo de apenas 40 minutos, entre las 21.25 y las 22.05 horas, se tuvieron que desviar seis aeronaves, las que llegaban de Alicante, Palermo, París, Milán, Bruselas y Fráncfort. Posteriormente, a las 22.45 horas hubo que enviar el 'Embraer 190' de KLM procedente de Ámsterdam a la ciudad francesa de Touolouse.
El resto de desvíos se dirigieron a Barcelona (5) y a Biarritz. El aguacero afectó a más de un millar de pasajeros. Algunos de ellos aguardan aún en la mañana de este miércoles a regresar a Loiu desde Barcelona.
El principal problema fue el viento enrachado. Tampoco ayudó la cortina de agua ni las constantes descargas eléctricas que acompañaron al fenómeno tormentoso. Algunos aviones intentaron hacer esperas pero los radares meteorológicos revelaban que la tormenta iba a ir para largo. Así que la mayoría de los pilotos decidieron volver grupas y buscar refugio lejos de Bizkaia.
Esperas en Burgos y Santander
El primer vuelo en aterrizar desde las 21.00 horas fue el de Oporto. Tomó tierra a las 22.30 tras sopesar el piloto recalar primero en Burgos y después en Santander. Finalmente, se atrevió con Loiu. También lo hizo el Vueling que procedía de Londres, tras realizar unas esperas sobre la capital cántabra. El siguiente enlace, el de Ámsterdam, prefirió dirigirse a Toulouse, como ya se ha comentado. A partir de las 22.45 horas, se volvió a una situación de relativa normalidad, aunque se anuló la conexión con Alicante, ya que el aparato que la debía llevar a cabo estaba en Barcelona.
Y en la mañana de este miércoles, las aerolíneas se han esforzado (y lo siguen haciendo) para reposicionar los aviones que no llegaron a base y para mover ese millar de pasajeros afectados hasta sus destinos. En estos casos, las aerolíneas tienen que hacerse cargo de la manutención (hotel y comida) pero no pagan indemnizaciones, ya que se considera un suceso de fuerza mayor, ajeno a la responsabilidad de las compañías.
Hay que destacar también que, estos días, el aeropuerto de Bilbao vive una frenética actividad. La llegada del verano y de las vacaciones ha disparado el tránsito de aviones y pasajeros. Cualquier incidente se deja sentir especialmente en esta época del año.
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