Los vigilantes de los muelles
La Cofradía de Mareantes y Navegantes mantiene la tradición marinera de Portugalete, que cumple 700 años
Máster de periodismo EL CORREO UPV-EHU
Miércoles, 11 de mayo 2022, 12:15
Portugalete nació y creció a la orilla de la ría del Nervión. Desde su fundación hace casi 700 años su historia siempre ha estado unida al mar y a la desembocadura de El Abra. Desde allí partían los buques mercantes que recalaban en su puerto y que hacían de la localidad uno de los emplazamientos marinos más importantes de Bizkaia. Esta gran circulación naval hizo necesaria la creación de uniones de marineros que tenían como uno de sus objetivos otorgar auxilio a aquellos que perdían a sus familiares en el mar.
Una de estas asociaciones es la Cofradía de Mareantes y Navegantes de San Nicolás y San Telmo, fundada en Portugalete en 1651. Más de 370 años después de su creación, sigue en funcionamiento, y en ella participan más de 500 personas que continúan dando vida a esta tradición. Eneko Arce, presidente de la cofradía durante más de 15 años, cuenta que la situación de la institución decana de Portugalete ha cambiado a lo largo de los últimos siglos. «Antes la función principal era ayudar a las familias de los marineros. Ahora nuestro rumbo es el de la difusión cultural y la defensa de los muelles del municipio», explica.
Esta difusión cultural tiene como principal motor la motivación de conseguir que las raíces marineras que fueron el origen de Portugalete no se pierdan en las nuevas generaciones. Para ello, la Cofradía de Mareantes y Navegantes participa en muchos eventos culturales que divulgan esta tradición. Organizan la feria agrícola de Portugalete, que es la más antigua de Bizkaia. Además, la feria marinera que celebran anualmente sirve como plataforma para hacer llegar la cultura del mar a las escuelas de la localidad mediante actividades como charlas, muestras y exposiciones o visitas a embarcaciones que consiguen traer.
Proyectos como el de Itsasgunea y el de el Aula de Mar son iniciativas con las que la cofradía se siente apoyada en su labor. «Acercar el mar y esta cultura a la gente joven es una labor muy importante. Nuestra buena relación con la Escuela Náutica es muy beneficiosa para nosotros», cuenta Arce. Son conscientes de que a las nuevas generaciones no les atrae la complicada vida del marino, muchas veces alejada de su hogar y en condiciones muy duras.
A dos meses de que Portugalete cumpla los 700 años, la Cofradía de Mareantes y Navegantes se encuentra ilusionada y trabajando a destajo para las celebraciones. Su papel será muy importante, y como comenta su presidente, esta será «una gran oportunidad» para seguir realizando su labor de difusión. Traerán buques antiguos, y habrá una jornada para que los alumnos de los centros del municipio realicen una visita guiada con charlas sobre la tradición marinera de la villa.
Los tiempos han cambiado, y esta costumbre debe adecuarse a las condiciones actuales. «Antiguamente Portugalete era completamente marinera. Hoy el cambio demográfico y la industria han provocado que estas actividades hayan tenido que desaparecer», asegura. Los jóvenes ya no tienen esa inclinación innata que hace varios siglos sentían hacia el mar. «La única forma en la que siguen unidos a este mundo es a través de las traineras o de algún tipo de hobbie. El trabajo ya no juega casi ningún papel entre ellos», reconoce Arce.
Parte del pasado
A pesar de este cambio de tendencias, una de las estructuras más relevantes del pueblo continúa estando relacionada con las actividades marinas. Se trata de la Escuela de Ingeniería, especializada en Náutica y en Transporte Marítimo, que lleva en activo más de 50 años. El alcalde de Portugalete, Mikel Torres, reconoce la gran importancia de esta institución en el municipio: «La Escuela Náutica es un lugar referente en el mundo. Es difícil concebir la localidad sin su existencia. Es un edificio emblemático y ha instruido a mucha gente de nivel relacionada con el mar y la navegación en los últimos años», explica.
Sin embargo, a pesar de que en 2022 Portugalete cumpla los 700 años y habitualmente este tipo de celebraciones generen cierta nostalgia y deseo de volver a los orígenes del municipio, Torres no tiene eso en mente. «La historia marítima de Portugalete es parte de su pasado, y a pesar de añorar esos tiempos y de recordarlos con orgullo ya no se piensa en volver a potenciar o a dar importancia a aquellas actividades», concluye.