El edificio afectado por el fuego en Barakaldo tiene daños «importantes» pero se salvaría del derribo

Dentro del drama que están viviendo, los vecinos han recibido esta mañana la noticia de que el edificio ahora mismo no corre peligro, se salvaría del derribo, aunque habrá que aguardar a una nueva inspección de la arquitecta del Consistorio para saber qué se va a hacer. Se espera que los técnicos pasen hoy de nuevo. La alcaldesa, Amaia del Campo, ha sido más cauta esta mañana. Ha asegurado que aún es «pronto» para saber cuál será la solución rehabilitadora y que habrá que realizar «más estudios» porque hay «daños importantes».

Por lo demás, el ambiente es de desolación. Una parte de la vía pública permanece vallada. Hay cascotes en el suelo y aún huele a quemado. En un rincón hay varias botellas de agua que usaron vecinos y Bomberos para refrescarse, así como una manta y una sábana bajera. Si uno levanta la vista, observa cómo el fuego devoró buena parte del inmueble: las ventanas, el tejado, las cortinas... Todo está quemado en los dos últimos pisos.

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Todo está ennegrecido, como el ánimo de los vecinos. «Es muy duro. Ha sido un golpe terrible. Estamos todos impactados. Yo aún no me lo puedo creer. Estamos en shock», comenta Hortensia Gómez, una joven de origen ecuatoriano que vive en la parte baja de esa misma calle. «Ay, Dios mío. Toda la vida luchando y te sucede algo así, sin que te lo esperes», comenta esta mujer, que conocía al chico fallecido y a su madre, Claudia. «Eran muy buenas personas, muy sencillos... Gente alegre, gente buena», decía.

Al filo de las nueve y media, la Policía Municipal ha retirado el cordón que impedía el paso por la parte alta de la calle. Tere García paseaba a sus dos perritos. Ella vivía en el segundo piso del edificio quemado, justo debajo de la casa de Egoitz y Claudia. «Salí disparada», cuenta. «Fue todo muy rápido», explica antes de asegurar que no quiere recordar el suceso. «No me apetece hablar de ello». Tere ha pasado la noche en casa de su hermana, que reside también en Barakaldo y espera una solución a su situación porque vivía de alquiler y está convencida de que no podrá volver a su hogar en una buena temporada.

En el bloque siniestrado residían 7 familias. Hubo seis heridos por inhalación de humo y por contusiones (varias personas saltaron por la ventana). Al parecer, dos vecinos han pasado la noche en el hospital. Uno con pronóstico reservado. El Ayuntamiento ofreció a los afectados un espacio para pasar la noche en el cercano colegio Larrea, pero esta mañana el centro docente permanecía cerrado. Los afectados se han apañado en casas de amigos y familiares. Hay 10 personas que necesitan con urgencia una solución residencial.

En el bloque afectado por el fuego hay varios negocios: un establecimiento en el que se retiran los piojos, un negocio de reformas, una tienda erótica y una agencia de viajes. Su responsable, una chica muy amable que ha preferido no dar su nombre, lamentaba lo sucedido. «Qué pena, por Dios». Además, mostraba su inquietud porque «el local está anegado (por el agua que vertieron los Bomberos para combatir las llamas) y tengo mucha documentación que se habrá perdido». A la joven no la han dejado entrar por precaución. «Me han hecho un roto porque es temporada alta y tengo un montón de clientes pendientes de viajes y reservas».