«Queremos que las mujeres saudíes vean que las apoyamos desde todos los lados»

Hace tan solo seis años que las mujeres pueden conducir en Arabia Saudí. El rey Salman bin Abdelaziz decretó en 2018 el fin de la prohibición, después de una larga lucha de casi tres décadas, permitiendo que ese mismo año, en el que los campos de fútbol también se abrieron para que ellas pudieran sentarse en las gradas en el país de Oriente Próximo, las primeras chicas se pusieran a los mandos de un volante y apretaran fuerte el acelerador de sus vidas. Esto ha desatado allí una pasión por el mundo del motor que se ha traducido entre otras cosas en la organización del rally Jameel, una prueba de navegación en todoterreno por el desierto con equipos formados únicamente en clave femenina.

Una competición para impulsar el empoderamiento en el país, aprovechando la celebración del Día Internacional de la Mujer, que este año celebra su tercera edición, con la presencia de equipos de 36 nacionalidades distintas. Arrancará hoy mismo con la presencia de una única vasca en la salida, la baracaldesa Janire de la Fuente, que actuará como copiloto junto a la malagueña Noelia Benítez. A sus 32 años, la nacida en el barrio de El Regato logró llevarse el triunfo el pasado curso en la Baja Lorca, con un buggy. «Ahora lo principal es ir allí a disfrutar y a que las mujeres del país vean que las apoyamos desde todos los lados», afirma a EL CORREO.

A esta prueba, que dividida en cuatro etapas culminará el 8-M, la fabril también acude con el objetivo de poder terminar entre las diez primeras posiciones, aunque remarca que «no será nada fácil», ya que varias de las participantes son asiduas, como profesionales, al rally Dakar, el más famoso del mundo. Debido a las características de esta cita, off-road, el recorrido, que abarcará desde Hail hasta Kaec, pasando por lugares emblemáticos como Umluj, Alula y Yanbu, es desconocido hasta antes de la salida para todas las participantes. Una aventura, que puede variar entre los 300 y los 500 kilómetros al día, en la que se tendrán que guiar por un libro de ruta digital entre montañas inmensas de arena, con vehículos todoterreno, en la que prima más las habilidades de navegación y la planificación de los equipos que la velocidad.

«Va a ser una prueba dura», reconoce Janire, deseosa de poder vivir la experiencia, a quien le tocará estar junto al volante «pendiente de mil cosas». «Tengo que ir mirando el 'roadbook' (el libro de ruta) y también una brújula digital, un aparato que sirve para contabilizar las distancias, y otro que es como un GPS con el que nos controlan las velocidades porque hay tramos en los que no podemos pasar de cierta velocidad, y hay que evitar las penalizaciones. Tendré que hacer chuletas y ponerlas por todo el coche, hasta en el techo», bromea.

La pasión por el mundo del motor a esta baracaldesa le viene desde bien joven. Aunque ahora ejerce como técnica en electrónica, hace década y media empezó a estudiar mecánica, y arregla tanto su coche como el de sus amigos. Debido a una expareja, con la que llegó a completar alguna ruta, hace cuatro años participó en un campus de féminas off-road, en Teruel, lo que le animó a meterse cada vez más en el mundo de la competición como copiloto. Sueña con llegar a ganar el Dakar algún día, pero su objetivo ahora no es otro que ayudar con su presencia a que las mujeres de Arabia Saudí ganen espacio y libertad en su país.

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