Los bomberos hallaron a tres jóvenes dentro del piso de Federico Martínez cuando acudieron a sellarlo

«Llevo años aquí y no he cometido ni un delito», ha remarcado uno de los hombres desalojados, que ha asegurado que estaba realizando un curso de Lanbide para encontrar trabajo. El hombre ha negado su relación con las personas arrestadas ayer por cometer un robo en las proximidades. Este acto fue el desencadenante de la protesta realizada a medianoche que había terminado supuestamente con su expulsión.

Durante la noche del miércoles al jueves los tres ocupas habían vuelto a acceder al domicilio a través de una ventana que da a la parte trasera, a pesar de que los vecinos han señalado que un vehículo de la policía ha permanecido en las inmediaciones haciendo guardia durante la noche. Este mediodía una brigada de obras del Ayuntamiento de Portugalete se ha acercado a la vivienda para tapiar definitivamente todos los accesos.

La Ertzaintza ha entrado hacia las 10.45 horas de este jueves a la vivienda okupada de Repélega, en Portugalete, donde anoche se concentró una multitud de personas para exigir la salida de los inquilinos por los problemas de convivencia generados.

Las patrullas se han personado después de que los bomberos desplazados a la zona para precintar el piso se hayan encontrado con cuatro okupas en su interior. Uno de los bomberos, que trataba de acceder a la vivienda por una ventana hacia las 10.30 horas se ha dado de bruces con una persona durmiendo cuando tenía medio cuerpo dentro, lo que ha motivado la intervención de la policía.

La Ertzaintza está interrogando ahora a dos jóvenes, relacionados con la vivienda okupada, que han acudido para recoger sus pertenencias. Los agentes les han identificado y les están preguntando acerca de cómo habrían accedido al inmueble. Al parecer por la parte de atrás de la vivienda.

Anoche, y forzados por la Ertzaintza, y los okupas de un piso de la calle Federico Martínez dejaban la vivienda que habían tomado hace varias semanas, según el relato de los vecinos. Se trata de una docena de personas de origen magrebí. El gran dispositivo desplegado por la Policía vasca alrededor de la vivienda evitó enfrentamientos.

La situación se ha ido caldeando con el paso de los días y anoche estalló cuando agentes de Policía detuvieron a un joven, al parecer residente en el piso, por atracar a una mujer en el barrio. La señora tuvo que ser atendida en un centro sanitario por las lesiones que sufrió durante el ataque. El presunto delincuente, tras prestar declaración, fue puesto en libertad pocas horas después.

Este incidente acabó de enfurecer a los vecinos, que sobre las diez de la noche se concentraron frente a la casa ocupada atendiendo a una convocatoria realizada por redes sociales. Su intención era desalojar al grupo de personas que ocupaban el piso, que pertenece a una entidad bancaria.

Tras conocer los sucedido, el alcalde de Portugalete, Mikel Torres, aseguró que «es inadmisible que haya gente ocupando pisos y además, en este caso, de forma conflictiva y poniendo en riesgo a otras personas. Los vecinos ya han demostrado que en Portugalete ese tipo de acciones no se van a permitir. La gente está cansada. Como ya ha ocurrido en ocasiones anteriores, se han solidarizado y espontáneamente han decidido atajar esta situación. Lo mejor va a ser que estos individuos se vayan», concluyó.

El incidente de anoche es el segundo de similares características que tiene lugar en el barrio de Repélega de Portugalete en los últimos meses. A mediados del pasado mes de octubre, un grupo de vecinos de la zona logró recuperar la casa de Vitori, una anciana de 94 años, ocupada por una familia que se negaba a abandonar la vivienda. Como ocurrió ayer, la gente del barrio se reunió frente al inmueble y trató de acceder al interior para echar a los dos mujeres adultas y cuatro menores que habían forzado la cerradura y ocupado el piso.

La Ertzaintza desplegó entonces en la zona hasta cinco furgonetas de antidisturbios para contener a la muchedumbre y evitar que sacaran por la fuerza a los okupas. Tras varias horas de tensión, la Policía autonómica recibió la llamada de los intrusos pidiendo protección para salir. Vitori recibió innumerables gestos de apoyo en el barrio de Repélega, que anoche volvió a movilizarse para recuperar una vivienda y expulsar del barrio a varios jóvenes conflictivos.