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Muskiz da un lavado de cara al refugio del guarda

Muskiz pone en valor su patrimonio. El antiguo refugio del guarda de Posadero, como se conoce comúnmente a la caseta donde el guarda forestal –una figura que desapareció hace años cuando la Diputación asumió el papel– guardaba los materiales necesarios para la protección del entorno natural, recupera su esplendor tras las obras de rehabilitación que ha llevado a cabo el Ayuntamiento minero. La caseta se encontraba en desuso pero en los últimos años ha sufrido actos delictivos que lo han dejado en un aparente estado de abandono.

La puerta de acceso y las ventanas estaban rotas, y había «desperfectos en el tejado», explicó a este diario el alcalde, Eduardo Briones (PSE), el pasado mes de julio, cuando se adjudicaron los trabajos. Por ello, y con el objetivo de que este espacio pueda ser disfrutado como área de descanso por parte de los visitantes que acceden al monte Mello.

La actuación, por un importe de 20.000 euros a través de la subvención 'Herriak Egiten' de la Diputación, ha supuesto la reparación de la cubierta y la fachada de la instalación, que ha sido pintada y forrada en piedra. También se han sustituido las ventanas y se ha limpiado la zona de maleza y otros elementos fruto del abandono de estos últimos años, recuperando así este espacio que se ubica en plena subida al monte Mello, uno de los entornos naturales más importantes de Muskiz.

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