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Pese a que la Diputación ha introducido recientemente un cambio en el proyecto de reordenación del puente de Rontegi con la colocación de pantallas más altas y con visera interna, además de un nuevo asfalto más silencioso, para tratar de reducir el impacto sonoro del tráfico en las viviendas más cercanas, los vecinos ven estas medidas insuficientes.
En dicha zona se instalará un voladizo que acercará varios metros la estructura a sus casas, para facilitar la colocación de las pantallas y para dotar a este tramo de un arcén que aporte seguridad, pero los residentes de los bloques más próximos al puente piden dar un paso más allá para mejorar su calidad de vida. «Las viviendas estaban antes que la carretera y soportamos a diario el paso de 175.000 vehículos», apuntaron dos portavoces.
Por ello han instado este jueves al Ayuntamiento, en el pleno, a solicitar a la Diputación un estudio para la instalación de una cúpula que ayude a atajar el ruido y la contaminación. Una petición realizada a través de una moción, que ha sido aprobada de manera unánime por todos los grupos, recordando el equipo de gobierno (PNV-PSE), que el Consistorio ya presentó alegaciones al proyecto. A través de esta iniciativa también se solicita al ente foral «que ofrezca al vecindario toda la información existente y la colaboración necesaria sobre las medidas correctoras del proyecto», en relación a los impactos medioambientales que el paso de vehículos genera en el barrio.
En esta sesión otro de los puntos destacados fue el visto bueno de seis créditos adicionales, de más de 5 millones de euros, destinados entre otras cosas a subvenciones a agrupaciones, y a cubrir el incremento de los contratos en vigor. Desde la oposición, tanto el PP como Elkarrekin y EH Bildu, han vuelto a criticar que esto es debido a la falta, «a mitad de año», de un Presupuesto para el vigente ejercicio.
En este pleno, en el que se han estrenado los concejales Asier Umaran (PNV), que se incorpora al área de Servicios Municipales para los Barrios y la Ciudad, y Iulia Caraseva (PSE), se ha dado también el visto bueno a la segunda prórroga del contrato administrativo de limpieza de colegios e instalaciones municipales, por 2,5 millones de euros al año.
Además, se ha debatido, por un ruego presentado por EH Bildu, sobre la necesidad de incrementar las medidas para abordar el 'sinhogarismo' en el municipio, tras un informe del Ararteko fechado el pasado año. El último recuento efectuado en octubre contabilizó a 60 personas viviendo en la calle y desde el área de Cohesión Social se ha puesto sobre la mesa la falta de personal y la existencia de un elevado número de personas debido a los flujos migratorios que «copan el servicio», solicitando una respuesta conjunta con otras instituciones para abordar esta problemática y «poder dar continuidad a los itinerarios». También han afirmado que el equipo de educadores de calle ha estado en marcha hasta que se ha dejado de contar con una ayuda del Gobierno vasco, y que se trabaja para conseguir un nuevo local «que reúna las características dignas» para volver a contar con un albergue de mujeres, utilizado como refuerzo invernal, que no abrió sus puertas en diciembre por el mal estado de las instalaciones que antes eran utilizadas para este fin en el barrio de Rontegi.
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María de Maintenant e Iñigo Fernández de Lucio
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