Unicef premia a Barakaldo por incentivar la participación juvenil

El trabajo que la plataforma de participación juvenil de Barakaldo, Giltzarri, hace desde hace una década con adolescentes de 12 a 18 años acaba de ser reconocido por Unicef. Durante un acto en Santander, el comité español del fondo de las Naciones Unidas entrega hoy al Ayuntamiento el premio a las Buenas Prácticas que se otorga cada dos años. La localidad fabril es la única de Euskadi que recibe una de las 44 distinciones que se conceden. Además de promover el intercambio, la convivencia y la educación en valores, se destaca especialmente los esfuerzos por reconocer y hacer efectivo el derecho de los jóvenes a la participación y la toma de decisiones.

Giltzarri inició su nuevo curso en octubre y cuenta ya con 253 jóvenes inscritos que han formado una treintena de grupos de entretenimiento, pero también para desarrollar actividades que potencien sus habilidades en materia artística, fomento del euskera, empoderamiento, deporte o solidaridad, entre otros ámbitos. Cientos de jóvenes han pasado ya por este programa para el que cada año se crean medio centenar de grupos.

«Me ha dado voz»

«Participar desde el ocio y desde el tiempo libre resulta amable, pero sigue siendo una forma de ejercer un derecho fundamental. El futuro de la democracia pasa por entender que, además de participar y de dar vuestras opiniones, es muy importante que escuchéis y os hagáis eco de las opiniones de los demás», reivindicó ayer la coordinadora de Unicef, Elsa Fuentes, en un acto que contó con la presencia de varios usuarios del programa. «A mí Giltzarri me ha dado voz», aseguró una usuaria, Nadezhna Fraga, en representación de los jóvenes que forman parte de la iniciativa. Fraga lleva cuatro años en la plataforma y añadió: «Siempre se nos ha dicho que cualquier día puedes coger un folio en blanco y volver a empezar. Queremos pediros que sigáis creyendo en nosotros porque vamos a seguir participando y tomando parte en todo lo que podamos».

La alcaldesa, Amaia del Campo, agradeció la distinción y reconoció la labor que realizan los trabajadores del servicio «para acercarse a los jóvenes y ofrecerles apoyo y autonomía a la hora de participar en las actividades que ellos mismos organizan». Este mismo galardón ya recayó en 2014 en el colegio baracaldés de El Regato.