Paso adelante para la piscifactoría en la antigua central de Lemoiz
Iberdrola renuncia a la concesión sobre estos terrenos y Costas no ve inconveniente en levantar la protección de este tramo de litoral
TERRY BASTERRA
LEMOIZ.
Viernes, 25 de mayo 2018, 02:00
El proyecto para habilitar una piscifactoría en los antiguos terrenos de la central nuclear de Lemoiz sigue dando pasos adelante. El Ministerio de Medio Ambiente, a través de la Demarcación de Costas del País Vasco, no ve ningún inconveniente en eliminar la protección sobre la franja costera en la que se encuentra la antigua central nuclear de Lemoiz. Suprimir este blindaje de la costa es un trámite necesario para que se pueda desarrollar la iniciativa ideada por el Centro Tecnológico Azti, a la que se ha puesto por nombre Balura y que prevé producir hasta 10.000 toneladas al año de varias especies marinas muy demandadas por el mercado.
Pero antes hay que seguir completando etapas administrativas para poder alcanzar este escenario a lo largo de la próxima década. El que se está gestionando ahora es el expediente de innecesariedad (este es el término que se utiliza) previo a la desafección del dominio público marítimo-terrestre en una franja de 69.784. En el Ministerio estiman que este tramo de la costa «ha perdido sus características de ribera de mar» y por tanto no es necesaria su protección. Allí, en el lugar en el que se encontraba la antigua cala de Basordas, se erige una enorme mole de 200.000 metros cúbicos de hormigón y 1.000 toneladas de hierro levantada entre los años 70 y 80 hasta que Felipe González paralizó aquel proyecto nuclear en 1984. Durante los años que duraron las obras ETA asesinó a cinco trabajadores y una ecologista.
La empresa Iberdrola tenía la concesión de estos terrenos e instalaciones desde 1973, pero el pasado 19 de enero, tras las negociaciones mantenidas con las instituciones vascas, registró un escrito de renuncia sobre las mismas. Aunque este expediente también permanece en tramitación, este paso de la empresa energética permitirá que la central y sus terrenos reviertan a la Administración central «sin que se le impute coste de demolición alguno», según figura en el expediente que se puede consultar en Costas. Este organismo estatal entiende que no es preciso proceder a ningún derribo en el lugar ya que el Gobierno vasco ha trasladado «su voluntad de hacerse con los terrenos y con las instalaciones». Estas construcciones, «a punto de convertirse en una ruina industrial», como definió en noviembre Arantxa Tapia, consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, son el lugar elegido para acoger una posible piscifactoría de última generación con capacidad para crear entre 380 y 575 puestos de trabajo.
La autorización final da Lakua e esta transmisión «gratuita» la deberá emitir la Dirección General de Patrimonio, dependiente del Ministerio de Hacienda. El valor catastral de esta mole es de «7,16 millones de euros», según figura en el expediente.
El proyecto ideado para la central de Lemoiz por Azti prevé cultivar las especies marinas más demandadas del mercado como lubinas, langostino, gambas, doradas, rodaballos, lenguados, truchas y salmones. Las inversiones a realizar son cuantiosas. Solo para acondiocionar los terrenos se precisan 18 millones de euros, a los que habría que sumar entre 25 y 80 más para el montaje de la factoría. La inversión, de finalmente desarrollarse el proyecto, la acometería la iniciativa privada. El cercano embalse de Urbieta, de 2.000 metros cuadrados, pueda servir para albergar a truchas y salmones durante su primer ciclo de vida y fase de engorde en agua dulce hasta que alcancen la etapa de esmoltificación.