«Hemos eliminado el tópico de que un coro no es para niños»
Kantika Korala, la formación leiotarra integrada por 45 adolescentes, representará a Euskadi en el Taipei Internacional Choir Festival
Ningún reto que se les ponga por delante les asusta. Kantika Korala, el coro leiotarra formado por casi medio centenar de niños y jóvenes –a partir de los 11 años–, viajará entre el 24 de julio y el 4 de agosto a Taiwán para participar en el Taipei Internacional Choir Festival. Cumplirán así un sueño que se vio aplazado a causa de la pandemia, porque realmente la nominación la consiguieron para 2022.
La cita asiática es todo un espectáculo y únicamente invita cada año a cuatro formaciones extranjeras. En esta ocasión, una de ellas será la de Leioa, que afrontará una agenda de lo más apretada porque a los siete conciertos que ofrecerán, se suman varios ensayos abiertos para directores del país asiático y masterclass. Los otros tres coros extranjeros proceden de Indonesia, Hungría y Noruega.
Estos días preparan un repertorio de lo más «variado»– algo ya han enseñado a familiares y amigos–, en el que como guiño al público taiwanés interpretarán una canción en chino. «No nos asusta, estamos acostumbrados a cantar en otros idiomas», comentan. «Ensayamos mucho, de momento no se quejan los vecinos, tenemos una ilusión tremenda y con conciencia de que va a ser muy bonito y muy exigente», añade Sofía Elobarrieta, una de las cantantes. «La ilusión es todavía mayor porque íbamos a haber ido en pandemia, pero no fue posible viajar. Fue un golpe para todos, aunque seguíamos ensayando, no paramos», recuerda Unai Llorente.
El director del coro, Basilio Astulez, reconoce que es «toda una aventura, en todos los sentidos». Se puede decir que su ADN es el de una formación inquieta. Es un referente a nivel nacional y ha ganado a pulso su estatus. «Hemos conseguido muchos retos, participado en muchas competiciones nacionales e internacionales y nos hemos dado a conocer. Somos un coro más dinámico, que se sale del contexto habitual, que no canta sólo música religiosa en blanco y negro; hemos puesto color, hay mucho trabajo escénico, mucha vanguardia en la selección de nuestro repertorio, hay mezcla de cultura, de colores... Hemos eliminado el tópico de que un coro no es para niños; tenemos un lenguaje fresco e innovador. Somos una inspiración», destaca Astulez.
25 aniversario
La agrupación cumple 25 años de trayectoria. Han pasado por ella cinco generaciones de chavales de Leioa y de los alrededores. Pueden presumir de haber cantado en sitios tan dispares como Turquía, China, México, Islandia o Israel, entre otros. Su calidad musical le convierte en una perita en dulce. «Enseñamos un espectáculo para todos los públicos, atractivo, para el que espera un trabajo de nivel alto, pero también para todo aquel que nunca ha ido a un concierto», resume Astulez.
No es lo único. «Nos hemos llevado muchas experiencias, no sabría decir un sitio. Algunos suenan muy exóticos y bonitos, pero lo que nos gusta es pasar tiempo juntos, somos una familia», reconoce Enola Arruebarrena que lleva «muchos años» en el coro. En 2012 se sumó Itziar Anguita. «Kantika ha formado parte de nuestra vida para lo bueno y para lo malo, tenemos nuestro grupo de amigas dentro del coro. Es cierto que trabajamos mucho, ensayamos mucho, pero estamos muy a gusto y con expectativas de a ver qué nos depara Taiwan», comenta la joven.
