La Ertzaintza disuelve de madrugada el multitudinario botellón de Plentzia sin cargas policiales

Desde la tarde empezó a agolparse gente en los alrededores del muelle y, con la llegada de la noche, alrededor de 500 jóvenes salieron a celebrar los 'no sanantolines'. Cuando el reloj marcó las 01.00 horas, la Brigada Móvil pidió por megafonía el desalojo de la masiva concentración. Tras un par de avisos, los chavales procedieron a abandonar la zona del puerto buscando otro destino para seguir bebiendo. «Nos vamos a la playa que ahí no suelen ir», comentaba la mayoría de jóvenes en un claro estado de embriaguez.

Pero algunos se dispersaron en sentido opuesto, subiendo la calle Labastura, tal y como ilustra el vídeo que acompaña a esta información. Los antidisturbios decidieron seguirles e incluso dispararon alguna bala de foam, logrando dispersar a los pequeños grupos de jóvenes que seguían por la vía. Fue entonces cuando se lanzaron algunas botellas que no impactaron entre los agentes que formaban parte del operativo.

Aunque no fue una de esas botellas dirigidas a los policías, un joven si sufrió el impacto de una de ellas. Su ceja fue el objetivo de una botella lanzada desde la multitud, aunque el proyectil no iba destinado a los agentes. Los policías municipales socorrieron al joven, que no necesitó de mayores tratos.

Una vez dispersada Labastura, la Brigada Móvil fijó como objetivo desalojar la avenida Areatza, así como algunas de sus calles perpendiculares. Dirección Gorliz, los quince agentes se encargaron de ir vaciando la calle progresivamente. El operativo finalizó en torno a las dos de la madrugada.

Los controles aleatorios en las carreteras y en el metro para acceder a Plentzia habían comenzado a las 17.30 horas de este jueves. La presencia policial en la localidad costera, que celebra el día grande de los 'sanantolines', pretendía «restringir el acceso de vehículos y personas que no tengan residencia en el municipio». El decreto, que firma la alcaldesa Elixabete Uribarri Uriarte, argumenta la decisión en la necesidad de «preservar la seguridad y convivencia a fin de prevenir aglomeraciones y frenar la expansión del coronavirus».

La medida, que se extenderá también a los días 3 y 4 de agosto, viernes y sábado, con motivo de las 'no fiestas' patrolanes, se adopta después de que el pasado martes por la noche se registraran graves incidentes protagonizados en el Casco Viejo por un grupo de jóvenes, que arrojaron botellas contra la Ertzaintza, y tras un fin de semana de botellones en el que una menor de 17 años sufrió una violación múltiple que se está investigando.

Los controles de tráfico solo permitirán entrar al pueblo «vehículos de personas con residencia en Plentzia o que acrediten la necesidad de acceder al municipio, además de vehículos de emergencias, de seguridad y de servicios municipales», según detalla el bando. En la estación del metro, principal medio de transporte de la localidad, se instalará un dispositivo conjunto formado por agentes de la Policía Municipal y de la Ertzaintza.

Este jueves, de no haber sido suspendidas las fiestas por el Covid, como en el resto de municipios, Plentzia hubiera celebrado el 'día de cócteles', cuando residentes y foráneos degustan este tipo de bebidas en los establecimientos de hostelería de la calle de la Ribera, principalmente, a partir de las dos de la tarde.

Sobre las 15.30 de esta tarde, esa zona estaba desierta a pesar de que los bares están abiertos. Una imagen muy distinta a la de la plaza del Astillero y el paseo, donde la gente disfruta tomando algo en las terrazas.