Una de las grandes quejas de los asistentes a todo tipo de congresos que se celebran en Bilbao, fundamentalmente en el Palacio Euskalduna, es la ... escasa vida nocturna que se despliega en la capital vizcaína. De hecho, una de las causas por las que el Festival Iberoamericano de Comunicación El Sol dejó de celebrarse tras cinco años ininterrumpidos, para lamento del público y las autoridades locales, fue porque los congresistas apena disponían de locales para disfrutar de la noche a la conclusión de las jornadas de trabajo. «Es uno de los poco puntos negros de la ciudad. Deberían de aprender de Madrid y Barcelona», insistieron. El Sol se fue, pero algo ha aprendido Bilbao. No se podía seguir así.
Publicidad
Newsletter
La noche parece moverse ahora a otro ritmo. Más discotecas para Bilbao, es el grito que parece imponerse tras años de sequía y de andar como un pulpo en un garaje sin saber dónde acabar. Con la pandemia añadiendo mayor incertidumbre, ahora se suceden los proyectos. Que viva la música. El CEO de Last Tour y promotor del festival Bilbao BBK Live, Alfonso Santiago. junto a los dueños de la Back&Stage de Uribitarte, impulsará una sala de conciertos en Bolueta. Será, de largo, la más grande del País Vasco. Acogerá a casi 2.400 espectadores y echará a andar en el barrio de Bolueta, junto a la Fever y Santana.
El nuevo recinto, que se llamará Goxo y recogerá el testigo de la discoteca Mytho, abrirá sus puertas probablemente «a mediados o finales de 2027», según el empresario balmasedano. La apertura cuenta ya con el visto bueno del Ayuntamiento de Bilbao, aunque deberá recabar también la autorización del área de Juegos y Espectáculos del Departamento de Seguridad del Gobierno vasco al exceder un aforo de 700 usuarios.
Deberá superar, asimismo, las reticencias de los residentes en el cerca del millar de viviendas que se encuentran situadas o se emplazarán a medio plazo a unos 300 metros de la futura sala, que ocupará los pabellones 7, 8, 9 y 10 de la calle Tellería. Los afectados andan con la mosca detrás de la oreja. Prevén fuertes movilizaciones contra el proyecto.
Publicidad
El impulso de esta sala reforzará la oferta local con la presencia de todo tipo de bandas, tanto nacionales como extranjeras, que ahora pasan de largo y actúan primordialmente en Madrid y Barcelona. Este nuevo viraje entierra las aspiraciones de la propuesta planteada inicialmente de poner en marcha una discoteca con un aforo mucho menor.
El nuevo Qu&Ndo
Para lo que no habrá que esperar es para el estreno de Qu&Ndo en Ibáñez de Bilbao. El histórico Qu&do de Ibáñez de Bilbao regresó el jueves de la semana pasada a la noche bilbaína. Lo ha hecho con más picante, ambiciones y pretensiones que la última vez que cerró las puertas. Ha regresado de la mano de las hermanas Silvia y Carmen García Calvo, a las que les avalan 36 años «triunfales» en el mundo de la hostelería, preferentemente en Sestao, con el pub Perfil. El Qu&Do, histórico referente de los 80 y 90, pretende atraer a «los sibaritas de la noche» con buenas copas, los mejores champanes, «todos los ibéricos de 5 Jotas», un laterío bueno; un picoteo 'premium', en definitiva, con ensaladilla rusa, «el mejor salmón», ensaladas de tomate, ventresca, croquetitas... y la mejor música y algunos de los mejores DJ's.
Publicidad
Mientras, el Casco Viejo enarbola la bandera LGTBiQ todos los fines de semana con el Pepe por Dios, donde se registran colas de vértigo. El bar de Barrenkale revienta todas las noches que abre con exitazos e himnos de los 80. El local de Oscar del Hoyo, uno de los grandes 'capos' de la noche, ha devuelto los mejores bríos a una ciudad que vive pendiente, asimismo, de la Fever, que celebrará el próximo sábado su 20ª aniversario.
Lo bien que le ha sentado a la noche de Bilbao la frenética actividad de las discotecas. Velvet, que tomó en mayo el testigo de la Sala Marquee, en General Concha, es un ejemplo. El último lanzamiento del dueño del Moma ha sido un pelotazo. Luis Ángel Rodríguez se frota las manos. Cuenta las noches por llenos. Las colas se extienden hasta altas horas de la madrugada. Si con Moma lleva años por todo lo alto hasta convertirla en una de las reinas de la ciudad, y con el Shock de Alameda de Urquijo reforzó su oferta mezclando gastronomía, música y diseño, con Velvet ha puesto una pica en Flandes y demostrado que con grandes apuestas Bilbao no tiene por qué ser una ciudad aburrida.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión