Juzgan a puerta cerrada al menor de 16 años acusado del homicidio de 'Urren'
El otro implicado, que no puede ser procesado porque tenía 13 años entonces, acudió como testigo
Fue una tragedia que rompió en añicos el corazón de una familia. Pasadas las cuatro de la madrugada del pasado 23 de diciembre, Ibon Urrengoetxea, un exfutbolista de Amorebieta de 43 años, se dirigía a tomar un taxi de regreso a casa en la Plaza Circular. Cuando caminaba por la calle Navarra, dos menores de 16 y 13 años se acercaron a él con la intención, al parecer, de atracarle. Le pidieron fuego, pero 'Urren' sospechó de inmediato y trató de evitarlos. Hubo un forcejeo. El mayor confesó haberle propinado una patada. En la caída, se golpeó el cráneo y perdió la vida. Los chavales se entregaron días después.
La Justicia comenzó ayer a dilucidar el homicidio, que causó una gran alarma social por la edad de los presuntos agresores. La preocupación creció un mes tarde, cuando otros tres chavales fueron arrestados por su relación con el asesinato de un matrimonio de octogenarios en su humilde piso de Otxarkoaga. La vista tuvo lugar en el Juzgado de Menores número 1 de Bilbao en medio de un velo de silencio, con total hermetismo. Arrancó a las nueve de la mañana a puerta cerrada y se juzgó al único imputado, el menor que tenía 16 años en el momento del crimen, que fue trasladado desde el centro de Zumarraga, una institución de régimen cerrado que depende del departamento de Justicia y donde permanece desde que se entregó.
Además de forenses, peritos y agentes de la Ertzaintza que tomaron parte en la investigación, en la vista también declaró como testigo el otro implicado. Ya tiene 14 años, uno más que en el momento de los hechos. Por este motivo, a ojos de la Justicia es inimputable. En la actualidad, la Diputación tiene la tutela legal de ambos menores.
En el caso del más pequeño, la Fiscalía abrió una orden de protección y ahora vive en un piso foral. Con tres hermanos, había contado a sus padres que se quedaba a dormir en casa de un amigo. El de 16 años residía en una habitación alquilada en San Francisco.
Sentencia confidencial
El juez decano de Bilbao, Aner Uriarte, explica que la condena por homicidio podría llegar a los 8 años de reclusiónen un centro de internamiento, como en el que está en la actualidad. Si los magistrados le consideran finalmente responsable, la sentencia sería susceptible de recurso ante la Audiencia. De la pena se descontaría el tiempo que ya ha permanecido interno. Sí que podría ir a la cárcel a cumplir el resto de la condena una vez alcanzase la mayoría de edad, siempre que su comportamiento no pueda ser reconducido, aunque se trata de una medida que rara vez se solicita. «Podría estar interno hasta los 24 años», explica. Los familiares de 'Urren' tienen derecho a exigir la responsabilidad civil a sus padres. La sentencia no se hará pública para proteger al menor, como exige la ley.