

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
El empresario e ingeniero Henry Ford decía que «cualquiera que sigue aprendiendo se mantiene joven». Esta frase encaja como anillo al dedo con Juanjo Albizu, ... un 'skater' bilbaíno de 88 años que maneja el monopatín con un salero y una habilidad digna de admirar. Llega a entrenar a las dos de la tarde a las pistas de Mallona, ubicadas en el parque de Etxebarria, con una sonrisa y con el 'skate' bajo el brazo. «Esto es una joya», dice mientras lo enseña.
Aprovecha la hora de comer porque hay poca gente y puede disfrutar del deporte con libertad. Acude al entrenamiento bien preparado. Antes de ponerse manos a la obra, se coloca las rodilleras y las coderas y se ajusta la gorra para deslizarse. Es el rey de la pista. Y no solo porque sea un octogenario haciendo (con éxito) lo que se puede considerar un deporte de riesgo a su edad, sino porque su actitud y su forma de ver la vida llaman la atención de todos los vecinos y paseantes de la zona. «¡Total, para lo que me queda...!», comenta a carcajadas.
Vive en la zona de Rodríguez Arias, pero en el barrio de Begoña todo el mundo le conoce: en el bar, en la pollería, en la tienda de chucherías cercana al parque… Es un hombre de costumbres. «Suele pasarse por aquí para tomar algo cuando acaba sus entrenamientos», dice una de las camareras del bar próximo al parque.
Ver 10 fotos
Y no falla a la cita. «Llevo desde el 2010 practicando con el skate, más o menos. Vengo todos los días. A veces entreno aquí y otras veces en Olabeaga. Y los domingos subo al monte. Últimamente he estado fastidiado de la próstata y no es mi mejor momento. He tenido que estar tomando medicación durante un tiempo y me ha dejado con menos fuerza, pero desde que mi hermano me recomendó tomar zumo de limón, estoy mejor. Gracias a eso me he curado, no te creas que es por la uróloga», cuenta entre risas.
Es inevitable preguntarse cómo mantiene la vitalidad y energía a pesar de la edad. Y, sobre todo, esos huesos. «Yo creo que son especiales porque he tomado mucho el sol y es muy bueno. De momento los tengo muy bien, pero bueno, ya llegará...».
Empezó a practicar con el 'skate' de casualidad. «Me gustaba mucho ir a la nieve, pero salía más caro, y con el paso de los años ya no nevaba de la misma manera, así que me di cuenta de que con el monopatín podía hacer algo parecido en Bilbao, pero sobre el asfalto», explica. Con el tiempo ha aprendido distintos trucos y técnicas con los más jóvenes. Ha estrechado lazos con ellos y es uno más del grupo. «He hecho algunos amigos», celebra.
Sus ganas de vivir y de disfrutar sobre el monopatín le han llevado a mejorar cada día. «Cuando practicas un deporte nuevo lo peor es el principio. Cuando empezaba me caía muchas veces. Me he pegado cada torta...», se sincera. Pero lo cierto es que tiene experiencia, porque se ha pasado toda la vida haciendo de todo: ha jugado a palas, a la pelota, al golf, ha hecho hípica, patinaje en línea por la ciudad… «Con el tiempo he dejado de hacer algunos porque la espalda se fastidia», asegura. Eso sí, la libertad que le da subirse a la tabla no la encuentra en ningún otro lugar. «Coger el 'skate' te aísla un poco. Como puedo venir a cualquier hora, intento practicarlo cuando estoy solo, sin nadie, y eso me lleva a realizar una serie de trucos despacio, por mi cuenta, sin que nadie me vea. Me siento como un rey, porque no hay otro, claro», ríe.
Además de mantenerse en forma, Juanjo es optimista y dicharachero. Se ríe con facilidad y se toma la vida con humor. «Lo que hago es exigirme a mí mismo un poco cada día. También salgo a correr y doy unas vueltas por el parque... Si un día has ido hasta una farola y has visto que te has cansado, la cuestión es conseguir llegar hasta la otra al día siguiente. No es fácil, pero no hay más remedio que luchar contra eso. Hay que procurar superarse siempre a uno mismo», relata. Más allá del deporte, tiene inquietud por aprender idiomas. Se defiende en euskera, francés e inglés. «El último lo he aprendido porque he estado en Londres muchas veces. Si no practicas las lenguas, se pierden», cuenta en inglés. Y con buena pronunciación.
Juanjo se lanza a probar con uno de sus trucos. «Voy a intentar hacer un 'Rock to Fackie'», dice mientras se prepara. «Igual no me sale, eh?» Pero él lo intenta, porque la actitud no entiende de edades. «Si llego a los 90 os llamo para enseñaros más trucos», se despide, con el entusiasmo que le caracteriza.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.