Inteligencia artificial vizcaína contra las enfermedades raras

Para tomar perspectiva de la dimensión y el alcance de este proyecto, lo primero es saber qué es el NIH. Depende del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos y es la principal agencia pública de investigación para la salud del país y la mayor del mundo en el área de la biomedicina. Su lema es «convertir el descubrimiento en salud» para salvar vidas.

El NIH ha comenzado a emplear una nueva plataforma desarrollada por Sherpa.ai que le permitirá analizar la información de los miles de pacientes afectados por estas patologías inusuales tratados en hospitales de Estados Unidos. Los datos personales de cada caso no se comparten para no vulnerar la legislación vigente. Pero de su análisis sí se extraerá un conocimiento que la agencia norteamericana empleará para mejorar los diagnósticos futuros de nuevos pacientes y los tratamientos existentes.

¿Cómo funciona este sistema? En esencia, el algoritmo con sello vizcaíno estudiará la información recopilada por los profesionales de diferentes centros médicos estadounidenses. Examinará imágenes obtenidas por equipos diagnósticos de alta precisión o biomarcadores celulares para detectar patrones que permitan avanzar en la consecución de posibles terapias a estas patologías.

Carsten G. Bönnemann, uno de los investigadores principales del NIH, destaca que la plataforma podría permitir «explorar nuevas posibilidades de diagnóstico y tratamiento para un grupo de enfermedades que actualmente no tienen protocolos terapéuticos específicos sin necesidad de compartir detalles privados de los pacientes».

Xabi Uribe-Etxebarria, fundador y CEO de Sherpa.ai, no oculta la «emoción» que le produce el hecho de que su compañía participe en el proyecto. «Aunque todavía es muy pronto para sacar conclusiones, los primeros resultados son muy esperanzadores -avanza-. Si se confirman, podremos ayudar a encontrar tratamientos específicos para unas enfermedades que ahora no tienen cura».

No es la primera incursión de la empresa vizcaína en el ámbito sanitario. Durante la primera ola de la pandemia, desarrolló un modelo para ayudar a Osakidetza a predecir la ocupación de las camas UCI con una semana de antelación. Esto le sirvió al Servicio Vasco de Salud para poder ajustar con cierto margen de tiempo los medios humanos y materiales disponibles para hacer frente a las necesidades sanitarias estimadas para los siguientes días.

Ahora, la compañía da un paso más en el campo de la salud adentrándose en una iniciativa con vocación internacional. Y es que la previsión es que este proyecto pilotado por el NIH se amplíe en fases futuras a hospitales europeos y asiáticos para poder disponer de más información sobre unas patologías poco habituales y explorar herramientas para su cura.