Los hoteleros locales desean la llegada de más turistas norteamericanos
Los establecimientos han rozado una ocupación del 85% pese a las cancelaciones de última hora por el mal tiempo
L. L. | L. G.
Miércoles, 3 de abril 2024, 00:48
El corazón del Ensanche bilbaíno, convertido en el principal centro de operaciones de la inmensa mayoría de nuevos restaurantes que desembarcan en la capital vizcaína, ... presentaba ayer un aspecto insólito. Muchos clientes se encontraron de repente las barras vacías y sin apenas clientes en el interior. La razón apuntada por los propietarios y camareros es que los clientes locales se han ido de vacaciones y sin turistas la capital vizcaína ha recobrado una imagen muy parecida a la existente hace unos pocos años.
Pero ni hoteleros ni hosteleros tienen motivos para preocuparse. Con la final de la Copa a la vuelta de la esquina, muchos bares han optado por el cierre estos días ante la avalancha prevista si se acompaña del triunfo rojiblanco. «Nos faltarán manos para trabajar», auguran.
En una Semana Santa que ha quedado ligeramente por debajo de las expectativas marcadas, la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) advierte de que la tendencia al alza de los últimos meses se consolida y que la previsión de ocupación para esta Pascua ha rondado el 85%, aunque las cancelaciones de última hora por el mal tiempo han deslucido la fiesta. Ayer, Destino Bilbao, la patronal de los hoteles vizcaínos, declinó realizar cualquier valoración.
«Nos han fallado las noches porque de día hemos recibido una barbaridad de clientes», lamentan los hosteleros
En cualquier caso, responsables del sector revelaron que la ocupación en los establecimientos de lujo ha sido «brillante», aunque los de menor categoría han funcionado a un ritmo inferior. Quizá por esta razón han vuelto a suspirar por la llegada de más turistas norteamericanos por su alto poder adquisitivo. «Nos sobra el turismo francés 'chancletero'», confesó ayer a este periódico uno de los principales proveedores de las grandes cocinas bilbaínas.
Sin alcanzar cifras récord, la mayoría de fogones han trabajado a un ritmo muy elevado, sobre todo el sábado. Con los parkings públicos hasta arriba, los restaurantes del Casco Viejo y de Abando, así como muchos bares de Indautxu, han registrado «una barbaridad» de clientes, en horarios diurnos, no así la noche de Viernes Santo, que sufrieron un inesperado «pinchazo». Parecido al de los alojamientos rurales, que han vivido la peor Semana Santa desde la pandemia con pernoctaciones por debajo del 70%.
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