El Gobierno vasco reabre el debate sobre el proyecto del metro a Rekalde por Moyua
Alarga un año las labores para definir el trazado de la Línea 4 que partiría de Abando, la alternativa que está sobre la mesa desde hace un lustro
Euskal Trenbide Sarea (ETS), la sociedad pública dependiente del Gobierno vasco que ejecuta las infraestructuras ferroviarias del territorio, ha prorrogado un año el plazo que ... le había otorgado a la ingeniería Fulcrum para redactar el proyecto constructivo de la Línea 4. El trazado que llevará el metro desde la estación de Abando hasta Irala y Rekalde debía estar concretado antes del verano, pero no será hasta el próximo julio cuando quede definido. Y para entonces no está claro que la alternativa en la que vienen trabajando las instituciones durante el último lustro siga siendo la preferida.
El Ejecutivo autonómico ha abierto la puerta a recuperar el trazado original que planteó para la L-4 hace quince años. Se apostó entonces, tras varios bocetos, por conectar los barrios del sur de Bilbao con la Plaza Moyua y la estación de Matiko. La crisis obligó a aparcar el proyecto y cuando se retomó el dibujo ya era otro. La antigua alternativa ha sido expuesta oficialmente a la Diputación, que cofinancia el mantenimiento y las ampliaciones del suburbano. Fuentes conocedoras de las conversaciones confirman que hay un debate en marcha, pero advierten de que por el momento no hay ninguna decisión tomada.
La Línea 4 volvió a emerger como proyecto en 2019. Se anunció entonces que el trazado tendría su origen en Abando, que en una primera fase se extendería hasta Basurto y Zorroza y después hasta Alonsotegi, siempre aprovechando la vía ferroviaria actual. Solo había una duda: cómo conectar con Irala y Rekalde. A través de un proceso participativo los vecinos de ambas zonas se decantaron en 2021 por la ejecución de un 'by-pass' subterráneo que permitiera acercar el recorrido por el que actualmente circulan los trenes de Feve.
La primera estimación fue que la fase 1 de la L-4 costaría 289 millones. En marzo de 2023 la redacción del proyecto constructivo se adjudicó a Fulcrum y el plazo para definirlo expiraba el pasado julio. Lo que no quedaba claro es cuándo podrían empezar las obras de la expansión del metro porque están supeditadas al soterramiento de Abando, el macroproyecto que transformará la estación y toda la zona aprovechando la llegada de la alta velocidad.
Antes de todo esto se habían dado otros pasos. La primera vez que se planteó la posibilidad de llevar el metro al sur de Bilbao era 2009 y el trazado partía de Moyua. Un año después, el Gobierno vasco que presidía Patxi López amplió el proyecto con otras tres estaciones: Plaza Euskadi, Universidad y Matiko, punto en el que se conectaría con la Línea 3, que entonces era solo un esbozo y ahora ya funciona. En 2016 ETS calculó que la obra costaría 350 millones y adjudicó la redacción del proyecto constructivo a Sener. El análisis está hecho, pero quedó guardado en el cajón.
La idea de volver al recorrido primigenio parte ahora del PSE, que gestiona los departamentos de Movilidad Sostenible de las dos instituciones implicadas y también del Ayuntamiento. Fueron precisamente las últimas candidatas socialistas a diputada general y a la alcaldía de Bilbao, Teresa Laespada y Nora Abete, las que hablaron por primera vez del asunto en la campaña electoral del año pasado recogiendo la petición de una plataforma vecinal. Ratificó la apuesta hace apenas unos meses el líder de los socialistas vascos, Eneko Andueza, en la carrera para ser lehendakari.
Respuesta parlamentaria
Andueza no ganó, pero el acuerdo de coalición PNV-PSE firmado en junio contempla que el nuevo Gobierno que lidera Imanol Pradales impulsará el proyecto de la Línea 4 «de conformidad con el proyecto que se acuerde por las instituciones competentes». Y en esas estamos. El 19 de julio la diputada general, Elixabete Etxanobe, recibió en Bilbao a la consejera de Movilidad Sostenible, Susana García Chueca, para abordar «proyectos comunes». Entre otras cuestiones se habló del metro y de las dos opciones que existen para llegar a Irala y a Rekalde.
Apenas una semana antes, el 11 de julio, ETS optó por prorrogar los trabajos contratados para definir la primera fase de la Línea 4, el trazado de Abando a Zorroza. La decisión la ha contado la propia García Chueca esta misma semana en una comunicación remitida al Parlamento vasco respondiendo a una pregunta de EH Bildu, que reclamaba una copia del proyecto constructivo de la Línea 4 una vez que el plazo inicial que se había marcado a Flucrum había finalizado. La coalición soberanista consideró el jueves que la demora es «inadmisible».
Consultados al respecto, portavoces del Departamento vasco de Movilidad Sostenible aseguran que la ampliación del plazo se debe a «cuestiones técnicas» y no al debate sobre el trazado. La ingeniería se ha encontrado con el problema de que no puede definir cómo encajará el inicio de la L-4 en la futura estación soterrada de Abando porque aún no hay un proyecto de la nueva terminal. Se considera que en un año podría haber ya datos más concretos.
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