«Que me crean gay es un piropo»
Miguel Ángel Silvestre relata sus aventuras en Los Ángeles. A las chicas les pone su acento, «pero me piden más pasión»
ARANTZA FURUNDARENA
Sábado, 4 de junio 2016, 00:11
Lleva una semana de locos. Con media España esperando a que vuelva a los brazos de Paula Echevarría y otra media deseando que salga por fin del armario. Miguel Ángel Silvestre se declara «obsesivo» a la hora de interpretar un personaje, pero no hasta el punto de confundir realidad y ficción, que es lo que parece estar pasándole ahora mismo a su público. Unas imágenes de MAS (como le llaman sus fans) sobre la carroza de un desfile del Orgullo gay en Sao Paulo han desatado los rumores. Era parte del rodaje de la serie estadounidense Sense8, donde el actor castellonense interpreta a un homosexual. Pero algunos están convencidos de que ahí había algo más que puro método Stanislavski...
La escena de la carroza, en la que Miguel Ángel besa a otro hombre bajo un arco iris de globos, fue rodada el domingo pasado. Solo tres días antes, el actor había estado en Madrid, como estrella invitada en la inauguración de la Terrazza Martini, ubicada en la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles. Llegó muy fashion, con traje oscuro de pantalón bombacho y zapatos de vestir sin calcetines, y atendió a la prensa con excelente humor, incluso cuando le arrinconaron contra el monoplaza de Fórmula 1 que decoraba el recinto... «¡Me vais a aplastar contra el coche!», protestaba divertido. Y a un periodista que quería saber si ha tenido o piensa tener relaciones homosexuales le soltó por toda respuesta: «Me quieres tirar a la hoguera, tío, ja, ja, ja... Qué lindo eres».
Ya más en serio (pero sin soltar prenda), el musculado Silvestre explicó que para él es «un piropo que me identifiquen hasta ese punto con mi personaje. Porque yo me entrego. Yo intento que sea todo de verdad». Y la verdad es que Lito Rodríguez, su papel en la serie, es abiertamente homosexual. «Hay muchos hombres que se sienten identificados con esa trama y a mí me parece maravilloso». La serie que le ha llevado a Los Ángeles (donde echa de menos «a la familia, y la tortilla de patata del bar de abajo») está dirigida por las hermanas (antes hermanos) Wachowski.
Desde que triunfa en América, este surfero de Benicasim vive subido a una ola. Sense8 le llevará a Chicago y más adelante a Nairobi, Corea y Berlín, lugares donde su personaje «va a vivir cosas muy fuertes». Pero en medio, dentro de unas tres semanas, abrirá un paréntesis para sumergirse en el rodaje de la nueva temporada de Velvet, donde interpreta a Alberto, el amor imposible de Paula Echevarría. «Ana y Alberto esta vez tendrán mucho que decirse y no solo con palabras...», adelanta socarrón. Enmadrado confeso, el actor afirma que en Los Ángeles echa mucho de menos a su padre, a su hermana, a sus sobrinos («crecen muy rápido y el FaceTime no es suficiente»), pero sobre todo a su madre. «Es que mi mami para mí es... Admiro mucho a esa mujer».
Morriña de mamá
Miguel Ángel Silvestre Rambla, nacido un 6 de abril de hace 34 años, ha tenido la suerte de conjurar la morriña al encontrarse en California con uno de los amigos de su infancia. Se llama David, vive en San Diego, a dos horas de Los Ángeles, y trabaja como shaper de tablas de surf. Cuando el rodaje se lo permite, el actor comparte con él jornadas de «surf, barbacoas y hogueras, que allí se llevan mucho y a mí el fuego me encanta». Pero de relaciones estables, nada de nada... «El amor es lo más bonito que hay en el mundo, pero yo ahora mismo estoy enamorado de la vida», declara. La última vez que le pillaron acaramelado con una chica fue en Berlín. «Sí, menuda alegría para la vida responde evasivo. Y sobre todo para mí, ja, ja, ja...».
Cuenta MAS que lo que más les pone a las americanas es su castizo acento español. «No lo pierdas», le suplican. Pero no hablar bien inglés también lo convierte en menos gracioso. «No entienden mis chistes», lamenta. Sí le piden «un poco más de pasión» por ser latino. Pero una vez intentó ligar en el súper preguntando por «los tomates de temporada» y no coló. Y cuando probó a bailar salsa en un club latino «fue una auténtica catástrofe». Él llevaba los pasos grabados en el móvil «y los estuve ensayando en el baño pero luego no hubo coordinación». Aprendió que «si no lo tienes muy claro las chicas no se dejan llevar...». Y por si esta frase no fuera suficientemente ambigua, el actor ha subido a su cuenta de Instagram varias fotos de Robert Mapplethorpe, que murió de sida y fue un icono de la lucha gay.