«Tenemos que evitar que se produzca una confrontación entre generaciones»
Expertos apelan en el foro Mundo Futuro a impulsar la «cohesión social» y a mejorar el empleo para hacer frente al reto demográfico
Bajos salarios, pensiones altas; jóvenes que «no aguantan nada», mayores que están «para el arrastre»... Cuando se habla de reto demográfico, de una sociedad en la que la esperanza de vida crece mientras la natalidad se desploma, surge la dualidad e, incluso, la «confrontación». Precisamente, entrar en una «época disonante», en la que «las generaciones se pelean entre ellas», es lo que hay que evitar a la hora de abordar una realidad, la actual y la de los próximos años, muy distinta a la vivida en épocas pasadas.
La idea de suscribir un «pacto intergeneracional», de remar todos en la misma dirección, es una de las conclusiones del foro Mundo Futuro sobre reto demográfico y emancipación juvenil, organizado por EL CORREO con la colaboración del Gobierno vasco, el Ayuntamiento de Bilbao, BBK e Iberdrola. El encuentro estuvo moderado por Luis López, redactor de este periódico, y participaron María Silvestre, catedrática de Sociología; Javier Yanguas, director de la Fundación Aubixa, especializada en envejecimiento; Estibaliz Etxezarra, responsable de selección de personal de ieTeam; y Maialen Olabe, presidenta del Consejo de la Juventud de Euskadi.
Silvestre hizo un primer análisis de por qué la natalidad está en sus históricos más bajos. Un «elemento fundamental» es la «gran precariedad» laboral, que retrasa «la emancipación» y los «proyectos vitales» de los jóvenes, también tener hijos si eso entra en sus planes. A esa «inestabilidad» se suma que «hemos robado a la gente joven la capacidad de soñar futuros alternativos porque la permanencia en situaciones precarias cada vez es más larga». Y puso como ejemplo que «la gente ahora comparte piso no sólo cuando es estudiante, sino también cuando ya trabaja».
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La edad de emancipación «impacta en la economía»
Entiende la socióloga esa «frustración», que vuelve a vincular en gran medida a las condiciones del empleo. «No podemos tener un sistema económico que parece que funciona y que haya una brecha entre los salarios de los jóvenes y las pensiones contributivas». Mejorar las condiciones laborales e impulsar una «cohesión social» son dos de los retos que marcó.
Para Javier Yanguas, «hay que asumir que los adultos actuales no hemos tenido una mirada de justicia intergeneracional, y eso ha creado distancias». El gerontólogo es partidario de «generar proyectos» que unan a todos; de «pensar en el empleo de los jóvenes, pero también en la jubilación». «Nos falta una conversación. Va a haber que hablar de pensiones, de herencias, de cuidados...», subrayó.
En cualquier caso, insistió, «no estamos en una crisis demográfica de ningún tipo». «Que envejezcamos es lo mejor que nos ha pasado, es una verdad estadística. Nadie quiere volver a las pirámides de población de antes, porque, para que haya pirámides, tiene que haber mortalidad infantil».
Catedrática de Sociología
María Silvestre
«La permanencia en situaciones precarias es cada vez más larga. Hemos robado a los jóvenes la capacidad de soñar»
Director de la Fundación Aubixa
Javier Yanguas
«Nos falta una conversación. Va a haber que hablar de pensiones, de herencias, de cuidados...»
Selección de personas de ieTeam
Estibaliz Etxezarra
«En apenas unos años, en Euskadi nos van a hacer falta 200.000 personas más para cubrir las jubilaciones»
Consejo vasco de la Juventud
Maialen Olabe
«Es un dato relevante que nos gustaría emanciparnos con25 años, pero es que hay 5 de retraso»
Nuevas oportunidades
Ese futuro necesitará de «líderes», y esa función no debe corresponder a un «único» agente, consideró Estibaliz Etxezarra. «Las administraciones públicas, las empresas y la sociedad juegan un papel clave», destacó. Porque en unos años «en Euskadi nos van a hacer falta 200.000 personas más para cubrir jubilaciones». Eso generará «muchísimas oportunidades», que deben aprovechar unos jóvenes en los que ella aprecia «falta de ilusión y energía». «Es importante analizar que las personas que están entrando al mercado laboral vienen de vivir varias crisis económicas y eso les mina, están desesperanzados», lamentó.
La «incertidumbre» no ayuda a emprender, ni a nivel laboral ni en el ámbito personal. Además, razonó, hay un «cambio en el modelo de vida». «Te dicen que alargues tus estudios en la universidad, un master; que vivas una experiencia internacional; hay que viajar, disfrutar...», enumeró. Todo eso retrasa la emancipación.
Un diagnóstico que comparte Maialen Olabe, que habló de «una pescadilla que se muerde la cola». Al debatir sobre que los jóvenes salgan del hogar familiar, a su juicio se pone «el foco» en la vivienda, cuando lo necesario son «empleos que nos permitan tener una estabilidad con la que podamos entrar en un segundo punto, el que nos permita dar el salto». «Es muy relevante que, según el Observatorio Vasco de la Juventud, nos gustaría emanciparnos con 25 años y hay 5 años de retraso», destacó.
Reducir esa edad es una «responsabilidad colectiva». De las administraciones; de las empresas, que tienen que «ofrecer empleos de calidad»; y de la sociedad, en la que «debemos estar comprometidos y participando, porque no sirve quejarnos por todo».