Zero, cómodo punto de encuentro en el centro de Durango
En Andra Mari, 6 ·
Sección en la que periodistas de El Correo recomiendan sus bares favoritosYolanda Ruiz
Miércoles, 17 de junio 2020
Su estratégica ubicación en pleno centro de Durango con unas maravillosas vistas a la basílica de Santa María convierten al Zero y a su fantástica terraza en un cómodo punto de encuentro. Para mí representa el lugar de citas con quienes compartieron mi época del cole hace ya unos cuantos añitos. Tanto fuera como dentro, que goza de un amplio espacio con mesas, nos permite explayarnos un rato y seguir compartiendo nuestras vidas que se unieron hace varias décadas. Así que cualquier quedada no precisa ni detallar el lugar. Se da por hecho.
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En este establecimiento, que recientemente ha sido objeto de una reforma, nos sentimos muy cómodas. Detrás de su gestión se encuentran los hermanos Javi y Txus Cruzado, dos veteranos hosteleros de la villa con los que hemos ido quemando diferentes etapas. Ambos regentaron el Haizea, un pequeño local en el que hemos movido el esqueleto de lo lindo, y también el O'Connors, donde normalmente solemos rematar la cena anual que organizamos en nuestro querido bar Paco de Iurreta. En este último local nos sentimos como en casa. La buena mano de Mariaje en la cocina y la atención que nos brinda Paco consiguen hacer entrañable y agradable nuestra cena anual en cuadrilla.
Pero volviendo al Zero, que fue de los primeros bares que cerraron en Durango y de los primeros que abrieron tras el encierro, se mantiene a rebosar desde el minuto cero de su reapertura. El negocio ya tiene además relevo. El joven Javier, hijo de Javi, se desenvuelve con amabilidad y soltura entre la clientela de todo tipo que es concentra a cualquier hora del día. La variedad de pintxos anima la barra y a quienes se acercan a ella a hincarles el diente. Un cómodo espacio para desayunar, tomar un brunch o cenar a base de bocadillos, hamburguesas y algún plato combinado.
Y quienes ya tenemos unos añitos almacenamos en nuestra memoria el Mesón Zodiaco, cuya entrada estaba presidida por la rueda de los diferentes signos del horoscopo, y del Andra Mari como se llamó a posteriori. En estos momentos, junto al Zero se ubica el Pausta, donde sirven un extraordinario café, junto al Pol Pol, situado también en pleno casco viejo de la villa. Volver a pisar cualquiera de estos establecimientos resulta un gran placer que deja un regusto especial en estos momentos que todo se saborea con mayor intensidad.
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