Bridgestone-Basauri pierde una gran inversión al vetarse nuevos contratos con sueldos bajos
Los sindicatos rechazan la rebaja de costes que pedía la firma para invertir 30 millones en sus tres plantas españolas
Luis López
Jueves, 23 de febrero 2017, 01:24
Bridgestone se llevará a varias fábricas europeas, principalmente polacas, la inversión de 30 millones de euros por la que luchaba la división española, con plantas ... en Basauri, Burgos y Puente San Miguel (Cantabria). Tras meses de negociaciones, la dirección de la multinacional en España no ha logrado convencer a los sindicatos para que acepten una contención de costes que implicaba sueldos más bajos para las nuevas contrataciones y más flexibilidad. Esas eran, en esencia, las condiciones que ponían en el cuartel general de Bruselas para hacer que las tres fábricas españolas fuesen más «competitivas». Un requisito necesario para llevarse la mencionada inversión, que estaría destinada a la instalación de maquinaria para la producción de nuevos productos que, según la firma, garantizaría la carga de trabajo de cara a «los próximos diez años».
Esta situación tiene lugar en un contexto particular. En 2015 venció el convenio colectivo que regula las condiciones laborales para la plantilla de los tres centros productivos españoles incluido el de Basauri, donde trabajan unas 900 personas. Durante todo 2016 se sucedieron las negociaciones entre la dirección y el comité de empresa, en el que tiene mayoría CC OO.
A mediados de año, y con este panorama, el grupo empresarial planteó para Europa una inversión de 30 millones de euros con el objetivo de modernizar instalaciones y así prepararlas para la fabricación de nuevos productos en el futuro. Un pastel en el que estaban interesados varios países. Eso sí, el gigante japonés dedicado a la fabricación de neumáticos exigía ciertas condiciones: contención de gastos, flexibilidad y tranquilidad a varios años vista con un «clima social estable».
Todo ello se trasladó a la mesa negociadora de la división española, pero las conversaciones encallaron en dos puntos. El primero, la jornada: la empresa apostaba por un nuevo plan de flexibilidad con cinco días al año que se pagarían al 100% y que se realizarían en caso de que surgiesen necesidades de producción. Para Igor Mena, presidente del comité de empresa en Basauri (CC OO), supone un retroceso con respecto a la situación actual, en la que cualquier medida de flexibilidad debe ser pactada con la representación social.
En segundo lugar está el asunto del salario, con el que la multinacional quería ahorrar costes.
CC OO y UGT plantean 15 minutos de paro en Euskadi
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Comisiones Obreras y UGT de Euskadi mueven ficha. Ante la situación de bloqueo de la negociación colectiva en el País Vasco, que mantiene a 336.000 trabajadores sin convenio o consus pactos decaídos por efecto de la reforma laboral, ambos sindicatos han convocado una inusual forma de protesta el próximo 23 de marzo, pedirán un paro de 15 minutos -posiblemente entre las 12 y las 12.15- en todas las empresas vascas. Así lo anunciaron ayer los líderes de ambas centrales, Unai Sordo y Raúl Arza, en el curso de una concentración ante la sede de la patronal vasca Confebask, a la que acusan de la situación generada.
En concreto, su propuesta pasaba por incluir un nuevo nivel salarial (el número 6), con una retribución un 20% inferior al menor nivel actual. Eso, en esencia, supondría que los nuevos contratados cobrarían salarios más bajos, lo que a juicio de Igor Mena es una «doble escala salarial encubierta». Desde la empresa matizan que «la duración de la asignación a dicho nivel 6 sería de tres años, y después se igualaría» con el nivel 5. Además, la empresa limitaba la subida salarial al 0,75% sin retroactivos, lo que los trabajadores entienden que les condena a perder capacidad adquisitiva al quedar por debajo de la subida del IPC.
Gama alta
En resumen: «Tras casi un año de negociaciones, no se ha llegado a un acuerdo entre la dirección y los sindicatos de Bridgestone Hispania en medidas fundamentales para mejorar la competitividad de costes a largo plazo. Por este motivo, Bridgestone ha decidido trasladar la mayoría de las inversiones previstas a sus plantas más competitivas», lamentó ayer la empresa.
¿Qué es lo que se ha perdido exactamente? La multinacional no ha especificado cómo se repartirían esos 30 millones en las tres plantas españolas, pero sí apunta que el objetivo era posicionar a Bilbao que hace neumáticos para camiones y autobuses y Burgos que fabrica para coches «entre los principales fabricantes de productos de gama alta de las nuevas generaciones de neumáticos». Para la instalación cántabra había prevista una «nueva línea de producción». Eso sí, esto en nada afecta a la inversión de 45 millones anunciada el año pasado para Basauri, que la convertirá en la planta más moderna de Bridgestone.
En cualquier caso, al final la pugna se traduce en lo de siempre. Para los directivos se acaba de perder una oportunidad de oro que allanaría el camino hacia el futuro. Y para los sindicatos, por contra, no es posible cimentar ese futuro en un empeoramiento de las condiciones laborales. Entre tanto, en este entorno globalizado, siempre aparece alguien dispuesto a hacerlo más barato.
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