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Comparación de tipo de referencia.

¿Un euríbor bajo cero?

Los analistas ven poco probable que llegue al 0% e imposible que se sitúe por debajo de esa cota, pero creen que se mantendrá cerca de los actuales mínimos durante tiempo

Ana Barandiaran

Domingo, 6 de diciembre 2015, 16:04

El euríbor a un año, la principal referencia de las hipotecas, ha estado esta semana más cerca del 0% que nunca. Ante la perspectiva de nuevos estímulos del Banco Central Europeo, aceleró su caída en noviembre hasta cerrar en 0,079%, un mínimo histórico, y el jueves llegó a situarse en el 0,039% en su cotización diaria. Pero las medidas anunciadas ese día por Mario Draghi decepcionaron las expectativas del mercado, con lo que el indicador repuntó el viernes hasta el 0,069%. En concreto, lo que más le afectó fue que el BCE aumentase menos de lo esperado la tasa que cobra a los bancos por aparcar su dinero en las institución (la dejó en el 0,3%). Cuanto más elevada sea esta penalización, mayor es la presión para que los bancos se presten entre sí y a los particulares, lo que hace bajar al euríbor.

Se frustró así el primer asalto a la cota del 0%, pero ¿podría alcanzarla en el futuro? Es más, ¿podría llegar a ponerse en negativo? Los analistas consultados ven muy poco probable que llegue a cero y prácticamente imposible que se sitúe por debajo de este nivel. Ahora bien, coinciden en que se va a mantener cerca de los actuales mínimos durante el año que viene e incluso a lo largo de 2017.

Según explica Jaime Díez, de XTB, su evolución dependerá de si repunta o no la inflación, algo que a su vez está muy ligado al precio del petróleo. "Si el crudo no remonta, puede que el BCE tenga que tomar medidas de estímulo adicionales en abril. En ese caso, el euríbor podría volver a atacar el 0%", señala. Es una hipótesis plausible después de que la OPEP no alcanzara un acuerdo el viernes para recortar la producción, lo que hundió aún más la cotización del "oro negro".

No obstante, advierte Díez, va ser muy difícil que el indicador hipotecario alcance el cero porque los bancos tratarán de impedirlo. "No hay que olvidar que el euríbor es solo una encuesta sobre el tipo al que las entidades europeas están dispuestas a prestarse el dinero. No es el precio real al que se cruzan las operaciones", recuerda. Resulta, en consecuencia, manipulable y por eso ha habido intentos de modificarlo.

En manos del BCE

En la misma línea, Daniel Pingarrón, de IG Markets no descarta que el índice baje algo más, aunque considera que está cerca de su suelo. Ahora bien, tampoco cree que vaya a subir mucho en los próximos años. "Es complicado hacer previsiones a medio plazo pero quizás se sitúe en entre el 0,25% y el 0,5% a finales de 2017", aventura. Dependerá, en gran medida, de cuándo empiece a subir tipos el BCE desde el 0,05% actual, un mínimo histórico. "No vemos ningún incremento hasta 2018", señalan en Société Générale.

Si ya resulta difícil ver el euríbor a cero, la posibilidad de que se ponga en negativo parece muy lejana. Y todavía más remoto sería un escenario en el que los bancos tengan que pagar a los hipotecados. Para eso el indicador debería colocarse en una posición tan negativa como para compensar el diferencial que le suele acompañar. Ahora, en el mejor de los casos y con la máxima vinculación se logra el 1% pero hubo un momento, en torno a 2005 y 2006, cuando en plena "guerra hipotecaria" se podía conseguir un 0,3%. Pero, de todas formas, no se prevé que el euríbor se sitúe por debajo del -0,3%.

Curiosamente, los empleados de la banca serían los primeros en poder plantearse este novedoso debate porque tienen hipotecas al 80% o 90% del euríbor. "Pero seguro que hay argumentos jurídicos que impiden llegar a una situación así. Iría contra la naturaleza del contrato", comenta Lorena Mullor, gerente de la Asociación Hipotecaria Española (AHE).

Posiblemente no veamos un euríbor a cero ni en negativo, pero el descenso acumulado hasta ahora ya es muy notable. El indicador alcanzó un máximo del 5,39% en julio de 2008 y a partir de ahí inició una caída en picado que solo se interrumpió puntualmente en 2011. Para una hipoteca media de 120.000 euros a 20 años calculada al euríbor +1, la cuota mensual se ha recortado desde los 880 euros hasta los 556. Más de 320 euros de ahorro al mes, siempre que el hipotecado no esté atrapado en una cláusula suelo.

Diferenciales elevados

La caída del euríbor es una alegría pero eso no quiere decir que uno pueda conseguir hoy una hipoteca a precio de ganga. De hecho, las asociaciones de usuarios de la banca llevan tiempo advirtiendo de que las entidades sólo ofrecen diferenciales (lo que se suma al euríbor) atractivos cercanos al 1% si el cliente asume una gran vinculación. Así, se le exige domiciliar nóminas y recibos, contratar seguros de vida y del hogar, meter dinero en planes de pensiones, utilizar las tarjetas de crédito de la entidad... Adicae, por ejemplo, alertaba recientemente de que "el diferencial se puede disparar hasta el 2,89% por el incumplimiento de alguna de las condiciones". Considera que con estas ofertas se está generando "un alto grado de sobreendeudamiento" que estallará cuando el euríbor empiece a subir y alcance niveles más normales.

Las estadísticas sobre tipos hipotecarios presentan discrepancias que no permiten llegar a conclusiones claras. El último informe del Instituto Nacional de Estadística (INE), referido a septiembre, apunta que el interés inicial medio de las nuevas hipotecas alcanzaba el 3,34% ese mes. Sin embargo, según las tablas del Banco de España, el tipo de salida para los nuevos préstamos que se revisan anualmente era del 1,93% en octubre, un mínimo histórico. No obstante, esta misma institución calcula una media ponderada para todas las hipotecas del 2,15%, que se eleva a un TAE del 2,49% si se incluyen las comisiones.

Según diversos comparadores, la oferta hipotecaria más atractiva es la de ING, al euríbor más 0,99%. También sitúan entre las cinco mejores la de Kutxabank, que llega a un diferencial del 1% siempre que se cumplan unas condiciones: domiciliación de nóminas por 3.000 euros, consumo con tarjetas por 3.600 euros al año, aportación a EPSVs por 2.000 euros anuales y seguros de vida y del hogar. Es la misma vinculación que exige para la hipoteca a tipo fijo, que se puede conseguir al 2,5% a 30 años. El atractivo de esta alternativa está creciendo y las hipotecas a interés fijo alcanzaron el 5,9% en septiembre.

El nuevo crédito hipotecario esta creciendo a un ritmo del 37%, por encima de los préstamos al consumo (18%) y a las empresas (14%). Esta expansión crediticia es justo lo que persigue el BCE con sus medidas. Pero la caída de los tipos de interés está poniendo bajo presión las cuentas de la banca al hundir sus márgenes. Por eso hay que estar alerta; las entidades financieras harán todo lo posible para elevar sus deprimidos ingresos.

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