Borrar
Urgente Un fuerte terremoto sacude el norte de Japón y provoca una alerta de tsunami
Mikel Petite, Martin Petite y Ainara García de la Librería Petite; Ana Isabel Descarga del Comercio Mixto Sagastizabal; Txaber Arrillaga de la zapatería Sillero y Aintzane Eskubi de la perfumería Edertu. L.M

Comercios con mucha historia

Mientras muchos locales bajan la persiana, algunos negocios familiares del Duranguesado siguen en pie gracias al compromiso, la tradición y la confianza vecinal

Leire Merino

Duranguesado

Lunes, 8 de diciembre 2025, 15:25

Comenta

La imagen se repite en muchas localidades del Duranguesado: persianas que bajan definitivamente, escaparates vacíos y carteles de «se alquila» donde antes hubo vida comercial. Sin embargo, aún sobreviven negocios que desafían esta tendencia. Son comercios históricos que, lejos de desaparecer, continúan prestando servicio a sus vecinos, combinando tradición y adaptación.

Librería Petite

Lleva casi medio siglo siendo mucho más que un punto de venta de prensa y revistas en el barrio Matiena. Su fundador, Martín Petite, ha vivido en primera persona la evolución del pequeño comercio . «Hemos pasado por muchas etapas; no obstante, siempre ha habido gente que apostaba por comprar aquí, por mantener viva la tienda», cuenta. A día de hoy, sigue encargándose personalmente de abrir y cerrar el local, que, por su ubicación próxima a la parada del autobús y su trato cercano, ha sido durante décadas una referencia en el municipio. Al igual que otros tantos establecimientos familiares, se ha ido adaptando a los nuevos tiempos. Por un lado, la incorporación de su hijo —ingeniero informático de formación— y de su nuera ha marcado el inicio de una nueva etapa con la implicación de la siguiente generación. «Él trabajaba en Bilbao, pero decidió dar un giro a su vida y continuar con esto», explica Petite. Por otra parte, la apuesta por vender lotería les ha traído buenos resultados: en los últimos años han repartido varios premios, lo que ha atraído a más clientes procedentes de municipios de alrededor. Actualmente, son los únicos que venden prensa en la localidad; asimismo, también se encargan de distribuir periódicos a otras tiendas de la zona. «Yo me estoy retirando poco a poco; aún así, muy contento con la trayectoria que he tenido», concluye.

Comercio Mixto Sagastizabal

No son muchos los que pueden llegar a celebrar cien años. En ese sentido, este comercio es uno de esos afortunados. Fundado por Pedro Sagastizabal y su esposa María Igartua en 1925, el local ha pasado por varias generaciones y fases, fusionando la alimentación, droguería, ferretería, ropa y pienso. En el transcurso de su historia, fue una empresa familiar, pero cuando todos se fueron jubilando, Ana Isabel Descarga, una de sus empleadas, cogió las riendas del establecimiento. «Este ha sido mi mundo desde pequeña. Yo vivía justo delante y ya con cinco años les hice el primer recado que me pidieron a cambio de una naranja», afirma. Hoy, con 61 años, levanta la persiana cada mañana, ayudada por su marido en los repartos a domicilio. Aunque no hay un sucesor claro y el futuro es incierto, sigue al pie del cañón.

Zapatería Sillero

En pleno auge de la venta online y la producción en serie, la villa mantiene vivo su pulso artesanal gracias a este establecimiento. Fundado en 1887, la pequeña tienda de zapatos destacó por su habilidad excepcional para trabajar con cuero, algo que le llevo a ganar una reputación por la durabilidad de su calzado. A día de hoy está en manos de la familia que la inició con Txaber Arrillaga al frente desde hace siete años. «Primero eran mis bisabuelos, abuelos, tía y ahora soy yo», resume con orgullo. «Era consciente de la responsabilidad que conllevaba el ser la cuarta generación, ya que habían dejado el listón muy alto», confiesa. Por ese motivo, se formó en el sector en Valencia antes de asumir el testigo y desde entonces, defiende una línea basada en la calidad y en la relación estrecha con los consumidores. Trabaja con el fin de conservar el espíritu original del negocio. «Vienen personas que conocían a mis familiares y eso es super bonito», confiesa.

Perfumería Edertu

Fundada el 1 de septiembre de 1973 por Begoña Goienetxe, hoy es Aintzane Eskubi, su hija, quien continúa al frente del negocio. Aunque nació como tienda de perfumes y complementos, ha evolucionado con los años para adaptarse a los nuevos tiempos: desde 2008, la moda femenina ocupa el grueso de su oferta, tras un giro estratégico que Aintzane impulsó al ver cómo las grandes cadenas hacían difícil competir solamente con la venta de perfumes. Aun así, conserva una cuidada selección de fragancias de autor, casi como un guiño a sus orígenes. «No hubiera sobrevivido sin ese cambio», confiesa. Pero si algo define este establecimiento, más allá del escaparate, es el vínculo con su clientela. Eskubi ha vivido entre mostradores desde niña, y afirma que en el comercio local la confianza es el verdadero valor añadido. «Es esencial conocer a quien entra y saber lo que le gusta», agrega. Frente al avance de lo digital, Edertu reivindica la atención cercana, el consejo experto y el tiempo compartido: todo aquello que el comercio online no puede empaquetar.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Comercios con mucha historia

Comercios con mucha historia