La Diputación avala cambiar el trazado de la Línea 4 y llevarla a Rekalde por Moyua

Desde 2016 el plan era realizar el enlace por Abando, con una primera fase que conectase el centro de la capital vizcaína con Zorroza y una segunda que se extendería hasta Irauregi (Alonsotegi). La solución para llegar a Rekalde e Irala, donde existe una histórica reivindicación para conectar con el centro, era crear un 'bypass', algo que no satisfacía las demandas vecinales. Ahora todo eso quedará en agua de borrajas y el Gobierno vasco tendrá que encomendar a Euskal Trenbide Sarea (ETS), la sociedad pública que ejecuta las infraestructuras ferroviarias en el territorio, que recupere el proyecto constructivo anterior.

La infraestructura se desarrollará finalmente siguiendo el plan original, diseñado en 2009 por el Gobierno de Patxi López que luego fue sustituido por el de Abando. La idea es que la L-4, que estará operada por Euskotren, discurra desde Rekalde hasta Matiko, donde enlazará con la Línea 3, con paradas en Irala, Zabalburu, Moyua, Plaza Euskadi y la Universidad de Deusto. Se trata de la opción preferida por los vecinos.

La previsión de que los trabajos para construir la futura estación de Abando y adaptarla a la llegada del TAV se alarguen hasta bien entrada la próxima década han obligado a cambiar el paso. «Debemos atender una urgencia y una necesidad reales», señaló Etxanobe en respuesta a una interpelación del apoderado de EH Bildu Raúl Méndez durante el pleno de control en la Casa de Juntas de Gernika. La coalición soberanista pedía a la responsable foral que «avance en la definición del proyecto».

La mandataria recordó que «el Gobierno vasco es el único competente para planificar y ejecutar la obra». Y, aunque «tiene más sentido» la conexión por Abando, «es perfectamente aceptable que se realice por Moyua si las obras del TAV van a retrasar la Línea 4», añadió, al tiempo que ratificó su «compromiso político» con la infraestructura. Una vez acordado cuál será el trazado, las conversaciones con el Ejecutivo autonómico se centran ahora en la «planificación» de las obras. El apoderado soberanista afeó a Etxanobe que no concretase ni los costes ni los plazos de los trabajos.

Frente a los planes del Ejecutivo de Vitoria, la postura de la Diputación en estos meses ha sido la de la cautela. Durante el pleno de política general, Etxanobe señaló que se estaba «analizando la propuesta técnica y económicamente para tomar la decisión más adecuada». El cálculo realizado en 2016 elevaba a 350 millones de euros el coste de llevar el suburbano desde Rekalde hasta Matiko por Moyua, una cifra que, con toda probabilidad, hoy se queda corta.

En cualquier caso, aún faltan flecos por cerrar. El cambio del trazado debe ser ratificado en un convenio entre los Gobiernos vasco y foral, que son quienes pondrán el dinero para acometer los trabajos. Etxanobe confía en firmar el documento «más pronto que tarde» y explicó que se utilizará «la misma fórmula» empleada para financiar las líneas 1, 2, 3 y 5, que el Gobierno vasco y la Diputación costearon a partes iguales. La diputación «ya tiene reservado el dinero» y urge a ejecutar el proyecto «cuanto antes».

Pese a mostrar su disposición a cofinanciar la obra, la diputada puso dos condiciones. La primera, que la Línea 4 dé servicio con frecuencia de metro también a los vecinos de Las Encartaciones, Zorroza y Basurto; y que, para ello, se utilice la infraestructura ferroviaria existente. El portavoz del PSE (partido que gestiona la cartera de Transportes en el Gobierno vasco y la Diputación) en las Juntas Generales, Goyo Zurro, aplaudió el avance en el proceso y que el PNV se sume a la opción de Moyua, pero advirtió de que «no tenemos competencias» para realizar la conexión hasta Alonsotegi. «No podemos supeditar el todo el trazado a cuestiones que no están en nuestras manos», zanjó.