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Parte de los componentes de Motxila 21 posan en el escenario del festival.

«Queremos que nos acepten como somos»

Motxila 21, con doce jóvenes con síndrome de Down, abrió ayer el festival BBK Music Legends. «Tocar música nos da mucha alegría», explica la vocalista de la banda navarra, que ha colaborado con El Drogas y Kutxi, de Marea

Carlos Benito

Sábado, 3 de junio 2017, 01:23

Faltaban tres cuartos de hora para que arrancase el BBK Music Legends y el recinto estaba todavía desierto, con esa sensación amplificada de vacío que se da en los espacios preparados para acoger a mucha gente. Pero en ese momento llegó el autobús de Motxila 21 y el ambiente se transformó de inmediato, porque los miembros del grupo pamplonés son capaces de animar hasta el entorno más desangelado. No solo porque son muchos, muchísimos veintiuno, el número del cromosoma que da lugar al síndrome de Down, sino también porque su entusiasmo se desborda en estos momentos clave y hace que parezcan todavía más, una multitud nerviosa e ilusionada. Ellos fueron ayer los encargados de abrir el festival, y lo hicieron con la canción que les sirve de himno y de declaración de intenciones: «Somos la banda Motxila 21 / y venimos hasta aquí a meter mucho ruido», dice el estribillo.

El grupo, compuesto por doce miembros con síndrome de Down y nueve voluntarios, lleva ya más de una década consagrado a esa admirable misión de meter ruido. Lo hacen en el sentido literal, con actuaciones de alegría contagiosa y percusión apabullante, y también en el otro: «Queremos que la gente nos conozca y nos acepte como somos», resume la vocalista Leire, de 27 años, que luce un look total de chupa de cuero con tachuelas, botas Dr. Martens de cordones amarillos y uñas pintadas de negro. Tanto la imagen como la música de Motxila 21 son orgullosamente roqueras, pero Leire admite que su cantante favorito es David Bisbal, con quien compartieron escenario en Madrid ante miles y miles de personas. «Le abracé. ¡Es muy majo! relata Leire. Tocar música nos da mucha alegría a todos. Yo hoy voy a cantar la de Queen».

¿Nos la canta un poquito?

Luego, luego en el escenario voy a demostrar.

Su compañero Mikel, de 30 años, se encarga del bombo «marco el ritmo a los demás», puntualiza, pero también atiende a los medios con actitud de músico profesional: «Estoy muy contento porque hoy tocamos con Van Morrison. Es fabuloso estar aquí en Bilbao», comenta, con dominio natural de la diplomacia del rock. Mikel adorna su cazadora con un montón de chapas, entre las que destacan dos más grandes que las demás, dedicadas a un par de paisanos, amigos y colaboradores de Motxila 21: El Drogas y Kutxi, el cantante de Marea, que habría estado ayer en Sondika de no ser porque el Ayuntamiento de Berriozar dedicaba una plaza a su grupo.

De todos los conciertos que han dado los Motxila, en más de cien escenarios, Mikel recuerda con especial cariño su paso por Londres: «Tocamos de maravilla allí. Y en agosto nos vamos a Italia».

¿Y ya tienen fans?

Tenemos fans. Y una de ellas es mi chica, que no ha podido venir hoy porque está trabajando.

Una versión de Van

La expedición veraniega a Italia los tiene a todos «supermotivados», según explica Marimar, la madre de Mikel, que todavía se asombra al ver hasta dónde ha llegado aquel proyecto que empezó como mero tanteo, a ver qué pasaba. «¡No se podía pensar todo esto! A ellos les está abriendo muchas puertas, se ven muy autónomos», celebra. La banda ensaya todos los martes en el barrio de la Txantrea, de siete a ocho y medio de la tarde, y desde hace un año tiene hasta representante: se trata de Teo, un seguidor donostiarra que se empeñó en contratarlos para las fiestas de su barrio, Martutene, y ha acabado llevándoles la agenda: «No solo es un placer: es un honor. Mi escapadica de los martes para acompañarlos en los ensayos me aporta mucho más de lo que yo les pueda dar», aclara.

Llega la hora y los músicos, disciplinados y expectantes, se colocan en sus puestos. «¡Mucha mierda!», desea Mikel a sus compañeros, y a continuación se apresura a aclarar: «Pero solo para el concierto». A cargo de uno de los timbales está Lorea, de 26 años, que siempre espera con especial emoción un momento muy concreto del setlist: «Es que yo he compuesto una canción, El sueño de Lorexika. Ir con el grupo es muy bonito, son como familia para mí y paso buenos ratos, con mi canción y con toda la música que tenemos con nosotros». Al festival han traído un repertorio especial, más centrado en los temas propios que en las versiones, aunque no faltan el Big Beñat de Fermin Muguruza, el We Will Rock You de Queen y, como detalle especial, el There Stands The Glass de Van Morrison. Es una pena que el gruñón Van no ande todavía por el recinto, porque seguro que Motxila 21 habrían obrado el milagro de hacerle sonreír.

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