Unos Goya con label vasco
Dos de las tres cintas nominadas en la categoría de animación están producidas en Euskadi. La favorita es ‘Psiconautas’, del bilbaíno Pedro Rivero
Oskar Belategui
Jueves, 5 de enero 2017, 01:37
Teresa y Tim (Teresa eta Galtzagorri en su versión en euskera) está protagonizada por un duende aventurero y una niña inquieta. La película de ... Agurtzane Intxaurraga se dirige a críos de entre 3 y 8 años.
Psiconautas, los niños olvidados está poblada de criaturas tales como un cerdo traficante de droga, un pajarillo que subsiste con ansiolíticos y perros policía armados con escopetas de caza. El filme de Pedro Rivero, codirigido con Alberto Vázquez, busca la complicidad de un público adulto. Ambos títulos vienen firmados por productoras vascas y competirán el próximo 4 de febrero por el Goya de animación junto a Ozzy, una cinta de aventuras perrunas con las voces de Dani Rovira y José Mota.
La gran favorita es, sin duda, Psiconautas. Desde que arrancó su periplo internacional en el Zinemaldia de 2015 ha pasado por setenta festivales. La guinda la puso su nominación a los Premios del Cine Europeo, donde fue derrotada por La vida de Calabacín, una cinta en stop motion (animación con muñecos fotograma a fotograma) que representa a Suiza en los Oscar de habla de no inglesa. El bilbaíno Pedro Rivero, que debutó como director en 2007 con el largometraje La crisis carnívora, ya ganó un Goya en 2012 con el corto animado Birdboy, que, al igual que Psiconautas, se basa en los cómics de Alberto Vázquez.
«La tradición del cine de animación en Euskadi se remonta a los años 80, con algún altibajo con respecto a la atención pública. Pero casi todos los años hay una película de dibujos vasca en los Goya», observa Rivero.
Media docena de productoras, alguna de ellas con más de veinte años, logran estrenar largometrajes de animación que se benefician por partida doble del apoyo de la Administración: existen ayudas específicas para el cine en euskera y también una línea de subvenciones del Departamento de Cultura del Gobierno vasco para la animación.
«El hecho de que compitamos para el Goya una película para adultos y otra para niños es muy importante», destaca Agurtzane Intxaurraga, que también alaba la creatividad del cine de dibujos vasco. «Hay mucha gente con ganas de trabajar, que trata de sobrevivir económicamente y a nivel emocional. Es para estar muy orgullosos y cuidar de lo que tenemos, porque en los discursos de los políticos siempre se olvidan de la cultura. Solo se acuerdan de nosotros cuando hay un premio».
Intxaurraga, veterana actriz, directora escénica y guionista que pasó 18 años en Goenkale, llegó al cine de animación gracias al estudio irunés Dibulitoon. Ellos le encargaron escribir seis cuentos infantiles de Teresa y Galtzagorri y, a partir de ellos, dirigir «una historia muy sencillita, que tiene un poco de todo: acción, diversión, emoción, magia...». Su propósito es que no solo los niños se sientan identificados, también los padres que los llevan al cine.
Una madre estresada
De ahí que la Teresa cinematográfica sea hija de una madre soltera, matando así dos pájaros de un tiro: se reivindican nuevos modelos de familia y se suprime un personaje con el consiguiente ahorro de presupuesto en una cinta que ronda el millón de euros. «En los cuentos sí existe el padre, que está siempre en el ordenador; en la película decidí quitarlo», explica la realizadora de Orozko. «Como mujer necesito trabajar la igualdad real. En ETB es difícil educar a los hijos con los dibujos de Shin Chan. Por Dios, esa madre que está siempre gritando... Los modelos son terribles. Yo quería mostrar una mujer actual, que gestiona una familia desde el estrés, como hacemos casi todas, porque la conciliación familiar es un cuento chino. En el festival Actual de Logroño se me acercaron varias madres para decirme que les había gustado porque se habían visto reflejadas».
Intxaurraga estrenará el 3 de febrero su primera película de dibujos... sin saber dibujar. «Soy malísima con el lápiz, lo mío es imaginar las escenas». Lejos de estudios multimillonarios como Pixar o Dreamworks, los animadores y la directora de Teresa y Tim han trabajado la mayor parte del tiempo desde su casa. «El otro día fui a ver ¡Canta! y, buf, son dos mundos. Tú te quedas con la semillita que aportas, una buena historia. Es muy difícil que ganemos el Goya, pero el hecho de estar nominados da mucha alegría».
Pedro Rivero se sabe favorito pero no las tiene todas consigo. «En este país la animación es como el baloncesto: solo se habla de ella cuando gana». El Goya de Birdboy le brindó «credibilidad» para que la productora bilbaína Basque Films y la gallega Zircozine, participada por el actor Luis Tosar, le permitieran rodar «sin ahogos». Psiconautas se estrenó en diciembre con unas pocas copias para optar a los Goya, pero volverá a las salas con más promoción. Su director concluye con otra analogía deportiva: «Hacer dibujos para adultos es como ser del Athletic: mantenerte fiel a una filosofía contra las modas dominantes».
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