Registran con tres de los detenidos el piso de Atxuri en el que cuatro hombres retuvieron y violaron a una mujer

Los hechos se desencadenaron el pasado jueves. La denunciante es una chica de 25 años de nacionalidad brasileña que vive en el entorno de la calle Cortes. Fue allí donde, según ha declarado, mantuvo una discusión con una amiga con la que comparte piso. Con el estado de ánimo alterado, salió a la calle y se encontró con varios hombres. Según declaró en un primer momento, no les conocía de nada, pero le invitaron a una fiesta privada en una vivienda de la zona de Atxuri. Una vez allí, uno de los individuos le habría ofrecido una bebida de la que tomó varios tragos. En el fondo del vaso, sostiene, había unos «polvos blancos». Cuando preguntó qué era eso, le dijeron que no se preocupase, que era para que estuviese «tranquila».

La chica asegura que poco después perdió la consciencia y que cuando despertó la retuvieron en contra de su voluntad. Durante esos días, fue violada en varias ocasiones, si bien insiste en que no recuerda buena parte de lo ocurrido en esa casa. La víctima asegura también que en la vivienda vio dos armas de fuego. Y que consiguió salir de allí gracias a que, en un descuido, llamó a su hermano con el teléfono móvil de uno de sus captores. Su hermano vive en Brasil. Ella le dio los pocos detalles que sabía del lugar en el que creía encontrarse. Una vivienda en el entorno de Atxuri de fachada verde. Creía que era un tercer o un cuarto piso. También sabía que no tenía ascensor y que habían subido por las escaleras, según han explicado a EL CORREO fuentes próximas a la investigación.

Fue el hermano el que se puso en contacto con el entorno de la víctima en Bilbao. A falta de conocer los detalles precisos, los allegados acudieron ayer mismo en busca de la joven al piso de Atxuri. Allí advirtieron a sus captores de que la dejasen marchar o lo denunciarían a la Ertzaintza. La joven consiguió entonces abandonar la casa. Acudió al hospital, donde fue sometida a una examen forense, y después prestó una primera declaración en la comisaría de la Ertzaintza. Se continúa a la espera de los resultados médicos y de cerrar la identificación de los sospechosos, entre otras pruebas, antes de tomar declaración a la víctima.

Esta primera declaración de la joven bastó, sin embargo, para activar los recursos de la Ertzaintza y tratar de detener a estas personas. La mujer además mostró unas fotos de los sospechosos que había conseguido en su teléfono móvil. Uno de ellos fue arrestado en la calle, mientras que los otros tres lo fueron en la vivienda después de que varios agentes llamasen a la puerta. No hizo falta recurrir a los grupos de intervención (los SWAT de la Policía vasca) ni a otras unidades especializadas en entradas peligrosas en viviendas. Todos los detenidos, que son de diversas nacionalidades, se entregaron sin oponer resistencia y fueron conducidos a la comisaría de la Ertzaintza en Deusto. De hecho, muchos de los vecinos del edificio -que el día anterior habían sufrido un robo en una de sus lonjas comerciales- no se enteraron de los arrestos.

La Ertzaintza trabaja ahora en esclarecer todos los detalles de lo ocurrido. Para ello serán importantes los informes de los servicios de los médicos forenses, pero también las declaraciones de la joven, de los testigos y de los propios detenidos. Asimismo se analizará el contenido de los teléfonos móviles de los sujetos.