Crimen de la maleta en Artxanda
Detenidos cuatro sospechosos de matar y descuartizar a la víctima de la maleta de ArtxandaLa Ertzaintza arrestó en Barakaldo, Bilbao y Zaldibar a dos hombres y dos mujeres que convivieron en un piso con la víctima
Algo más de dos meses después de que un cuerpo fuera hallado descuartizado y quemado en dos maletas en un restaurante abandonado, el Miramar, en ... el monte Artxanda, dentro del término municipal de Sondika, la Ertzaintza podría estar más cerca de resolver el crimen. La Policía autonómica detuvo este martes a cuatro personas, dos hombres y dos mujeres, e investiga a un quinto individuo por su presunta relación con el homicidio, según adelantó este martes este periódico en su edición digital. La víctima era un hombre de 51 años y origen vizcaíno, al que conocían como 'Titi'. El vínculo del fallecido con los arrestados consistía en que en el pasado había mantenido una relación sentimental con una de las mujeres.
Los cuatro sospechosos convivieron con la víctima en las semanas previas a su trágico final. El hombre había alquilado una habitación en un piso de Getxo frecuentado por este grupo de amigos. ¿Qué ocurrió entre ellos? Ésta y otras preguntas son las que tratan de contestar los investigadores, que han tomado declaración a todo el entorno familiar y de amistades de la víctima en busca de pistas y de algún conflicto que pudiera explicar, si es que es posible, una muerte tan salvaje.
El operativo policial, diseñado desde hacía días, arrancó a partir de las nueve de la mañana de este martes y se desarrolló en paralelo en cuatro localizaciones distintas. En primer lugar se detuvo a uno de los implicados en un domicilio de Barakaldo. A continuación, era arrestada una de las jóvenes en la localidad vizcaína de Zaldibar y por último, los agentes colocaban las esposas a los otros dos presuntos implicados, un hombre y una mujer, en un piso de la calle Virgen de Begoña de Bilbao. A esta última ubicación acudieron también agentes de las unidades de Intervención, especializados en actuaciones complicadas, y de los 'Bizkor', las Patrullas de Respuesta Inmediata (PRI).
Tras las detenciones, los ertzainas practicaron también registros domiciliarios con la autorización del juzgado instructor en busca de posibles evidencias que puedan relacionar a los detenidos con el crimen. Agentes de la Policía Científica registraron la vivienda de la capital vizcaína y volvieron a inspeccionar un piso del barrio getxotarra de Romo, donde ya habían estado el pasado mes de septiembre, además de una lonja, aunque entonces aún no se había realizado ninguna detención.
Una de las arrestadas fue puesta a disposición judicial a primera hora de la tarde, mientras que el resto continuaban en dependencias policiales a la espera de que se completen las diligencias y sean todos interrogados.
Cámaras y móviles
Han pasado dos meses del macabro hallazgo que realizaron dos jóvenes sin techo en el viejo Miramar. Los dos indigentes regresaban a dormir al edificio abandonado tras pasar la noche en Bilbao sobre las cinco de la madrugada del sábado 19 de agosto, primer día de la Aste Nagusia, Al entrar en el primer piso del caserón, en una esquina al fondo, vieron una pequeña hoguera. Al acercarse, no daban crédito. Se quedaron en estado de shock. Descubrieron restos mortales dentro de dos maletas a las que alguien había prendido fuego. Y así se lo trasladaron al operador del 112. Los sin hogar llamaron con un móvil que sólo permitía hacer llamadas de emergencia.
Al lugar se desplazaron patrullas de Seguridad Ciudadana que confirmaron la información y se abrió de inmediato una investigación criminal. Un equipo forense acudió al levantamiento del cadáver, que fue trasladado al Instituto vasco de Medicina Legal (IVML), donde se le practicó la autopsia pese al estado de gran deterioro. Según el informe forense, se trataba de un hombre y había fallecido hacía varios días. Además, presentaba un golpe en la cabeza que, a falta de otros datos, podría ser considerado como la causa de la muerte.
El primer paso de la investigación pasaba por la compleja identificación de la víctima, ya que el cuerpo se encontraba desmembrado y carbonizado. Los investigadores localizaron en el lugar algunas evidencias que ayudaron a ponerle nombre y apellidos al desaparecido. Entre los restos había también varios dedos de la mano izquierda que permitieron confirmar a quién pertenecían porque el hombre había sido reseñado por la Policía autonómica por algún delito menor.
Los investigadores, antes de practicar las detenciones de este martes, han batido las cámaras de videovigilancia de la zona de Artxanda y alrededores en busca de evidencias y han investigado también los teléfonos móviles de los sospechosos para conocer cuáles fueron sus movimientos en el día de autos.
Gasolina para acelerar la combustión de los restos
Todo apunta a que el homicidio se perpetró en un lugar distinto al viejo restaurante donde fue hallada la maleta y que después los autores quisieron deshacerse del cuerpo. Por ese motivo, lo descuartizaron y trasladaron hasta un lugar recóndito en el monte Artxanda, donde prendieron fuego a las maletas con los restos para eliminar cualquier posible rastro. Los policías sospechan que para acelerar la ignición, utilizaron algún tipo de combustible como gasolina o un producto similar. Un hombre que dormía en el inmueble testificó ante la Ertzaintza que había escuchado cómo llegaban al lugar dos o tres personas en un coche, que hablaban en castellano y que cuando se marcharon a toda velocidad, empezó a oler a quemado.
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