La flota del Cantábrico retrasa hasta el 20 de abril la costera de la anchoa

La costera de la anchoa de esta primavera empezará más tarde que nunca. Y es que, las cofradías de todo el Cantábrico acordaron a última hora de ayer aplazar una semana más, como mínimo hasta el próximo día 20, la vuelta a la mar. Inicialmente tenían previsto hacerlo después de Semana Santa. La medida responde a la necesidad de garantizar la seguridad de los arrantzales que faenan en el cerca del centenar de embarcaciones de cerco que se dedican a esta actividad en el Golfo de Bizkaia.

«La crisis sanitaria del Covid-19 nos obliga a garantizar la máxima protección a nuestros arrantzales», señalaron portavoces del sector. Aunque la medida ha sido refrendada de manera unánime, los pescadores no ocultan su temor a que finalmente pierdan la principal fuente de ingresos de miles de familias de la cornisa Cantábrica. Las 13.200 toneladas recibidas en los puertos de Bizkaia, especialmente en Ondarroa y Bermeo, así como en Gipuzkoa la pasada temporada generaron 17 millones de euros.

«Saldremos más tarde que nunca y, aunque suponemos que encontraremos los bancos de bocarte, es imposible predecir cómo reaccionará el mercado, los consumidores y las conserveras», añadieron las mimas fuentes. De hecho, la reciente experiencia vivida con el verdel tras decretarse el estado de alarma «no invita al optimismo». «Hemos visto una situación similar con la caballa, en la que la cotización ha caído prácticamente por los suelos y, aunque tenemos el compromiso de algunas conserveras de que van a esperarnos, el panorama no es nada alentador», reconocen.

Precisamente, para evitar la pérdida de valor del bocarte, las cofradías han acordado reducir el cupo que cada embarcación podrá capturar diariamente. De esta manera, los pesqueros más grandes tendrán la posibilidad de comercializar 6.000 kilos al día frente a los 10.000 de la costera anterior, mientras que los apresamientos de los más pequeños serán de 4.400 kilos en lugar de los 8.000 de la campaña pasada. «La mar siempre es impredecible, pero al igual que otros muchos sectores, nunca nos hemos visto en una situación similar», sentenciaron.