Etxebarria impulsa la primera cooperativa de autoconsumo energético de Bizkaia

La Unión Europea se ha marcado como objetivo global que en el año 2030 el 32% de la energía que se consuma tenga que ser de origen renovable. Y el Ayuntamiento de Etxebarria junto a la sociedad pública Ekiola han apostado por dar los primeros pasos para sumarse a la premisa europea con su apuesta por la creación de una comunidad energética de carácter cooperativo.

«La ciudadanía creará, promoverá y consumirá su propia energía», detalló el alcalde de la localidad, Jesús Iriondo. El primer proyecto de estas características que se pondrá en marcha en Bizkaia será posible gracias a la colaboración del Ente Vasco de la Energía, EVE, y de la ingeniería promotora Krean integrada dentro de Mondragón Corporación y en este caso, el Ayuntamiento de Etxebarria, como agente tractor de la iniciativa.

«De momento, se está buscando el emplazamiento donde se colocará el parque solar en una extensión cercana a una hectárea y media», indicó el primer edil. El siguiente paso será la instalación de placas fotovoltaicas para alcanzar 1 MW de potencia con el objetivo final de que las personas que formen parte de la cooperativa generen un volumen de energía equivalente a todo su consumo eléctrico.

«La idea inicial es cubrir entre 400 o 600 familias, por lo que se rebasará la demanda de nuestra localidad y, por lo tanto, se podrá ampliar a municipios o enclaves del entorno más cercano», explicaron las mismas fuentes. La fórmula con la que se ha diseñado la gestión y viabilidad de estos proyectos se basa en la adquisición de una parte de la propiedad de la cooperativa por sus consumidores, con un coste equivalente al consumo de su vivienda.

«Esa pertenencia llevará consigo una inversión para la compra de los paneles que configuran la instalación con un funcionamiento muy prolongado, inicialmente de 25 a 30 años, aunque cada cooperativa podrá optar por prolongar este plazo, constituyendo casi una solución vital», recoge el proyecto.

Los resultados revertirán a los cooperativistas en sus facturas eléctricas, de manera que cada uno verá anualmente el resultado de la generación de su instalación, tanto en términos económicos como eléctricos. «También podrá evaluar el impacto ambiental, de sostenibilidad y de generación de riqueza para su entorno», añade el plan de actuación.

A través de este proyecto de cooperativas locales de consumo energético, cada persona podrá entender cómo consume energía y de qué manera la genera su instalación, además de establecer estrategias de consumo para ajustar y mejorar sus economías y lograr así la mayor proximidad posible entre su forma de generar y de consumir. El objetivo, por lo tanto, «es que cada persona genere tanta electricidad verde como la que consume, se sienta protagonista de la manera en que satisface sus necesidades domésticas y se abran así los cauces para intervenir en la generación de energía renovable», recalcan sus promotores.

«Todo ello, con el acompañamiento de las administraciones más próximas, de cara a asegurar una correcta gestión y en el marco de un modelo, el cooperativo, que le hace protagonista de todo el proceso», añaden los promotores.