Desciende la población de anchoa joven en el Golfo de Bizkaia
Los arrantzales consideran que «no hay motivos de alarma porque se encuentra por encima de los niveles mínimos fijados»
mirari artime
Gernika
Jueves, 12 de diciembre 2019, 12:32
Los datos de la campaña JUVENA 2019 revelan que la población de anchoa menor de un año que habita en estos momentos en las aguas del Golfo de Bizkaia se sitúa en unas 114.000 toneladas, una cantidad bastante inferior a los máximos históricos de las últimas campañas. No obstante, el sector ha recibido la noticia con relativa tranquilidad. «No hay motivos de alarma porque se encuentra muy por encima de los mínimos fijados», aseguró el presidente de la Cofradía de Ondarroa, una de las que registra mayores descargas en Euskadi, Eusebio Arantzamendi.
El año pasado, el estudio de seguimiento anual de biomasa realizado por Azti establecía una cifra de 490.000 toneladas de bocarte juvenil en el Cantábrico. Pese a este considerable descenso, los técnicos aseguran que «se encuentra en niveles saludables y no se detecta un escenario de riesgo para la costera de 2020, puesto que a las estimaciones de juveniles hay que sumarle los supervivientes de la población adulta, que en 2019 ha alcanzado su máximo histórico», explica Guillermo Boyra, responsable de la investigación.
Para recabar estos datos, los científicos de AZTI se embarcaron en septiembre a bordo de los buques oceanográficos 'Emma Bardán' y 'Ramón Margalef', pertenecientes a las flotas de la Secretaría General de Pesca y del Instituto Español de Oceanografía (IEO), respectivamente. El equipo de expertos empleó sistemas de ultrasonidos para detectar la abundancia de anchoa y el análisis de los ecos recibidos permitió establecer tanto la biomasa de juveniles, como su localización. Además, las pescas realizadas durante el recorrido hicieron posible determinar el tamaño medio de la anchoa joven, que se sitúa en unos 6,1 centímetros.
«Las estimaciones anticipan un reclutamiento medio bajo, similar a los de comienzos de esta década y la de los noventa, sin que ello implique entrar en una zona de riesgo para la pesquería. Desde una perspectiva histórica, los reclutamientos que venían sucediéndose desde el 2014 eran muy altos, todos muy por encima de la media», recalca Boyra. Y es que, las poblaciones de pequeños pelágicos como el bocarte se caracterizan por fuertes fluctuaciones interanuales.
La campaña JUVENA, financiada por el Gobierno Vasco, el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente y el IEO, permite evaluar estas variaciones «con el fin de dar un aviso anticipado y regular adecuadamente la explotación teniendo en cuenta su abundancia año tras año», explica. La costera pasada, la flota del Cantábrico –unos 150 cerqueros– contó con un total admisible de capturas de 29.770 toneladas de bocarte.