Las cenizas de tu mascota pueden servir para cultivar plantas
Dos alumnas de la Universidad de Mondragón ponen en marcha una peculiar empresa funeraria
marta fdez. vallejo
Martes, 5 de junio 2018, 01:34
Están en segundo curso del grado de Liderazgo Emprendedor e Innovación en la Universidad de Mondragón y ya se han convertido en empresarias. La joven Maite López, de 19 años y de Pamplona, y la algorteña Amaia Gil, de 20 años, han creado un original negocio de urnas funerarias para mascotas que ofrece a los dueños utilizar las cenizas del animal tras su incineración para cultivar una planta. «Una vida se va, otra florece», es el lema del proyecto que denominan 'Vie'. Planean ampliar el negocio a personas.
Los alumnos de esta titulación universitaria deben poner en marcha una empresa desde primer curso como parte de su formación. El grupo al que pertenecen estas dos estudiantes, compuesto por 14 alumnos, creó la firma Motion, que desarrolla diferentes actividades de negocio. A ellas dos se les ocurrió lanzar al mercado estas novedosas urnas para mascotas. «Nos gustan los animales y, además, nuestra intención es aportar algo a la sociedad, emprender pero de una forma útil», explican.
Viven el proyecto con pasión. «Queríamos dar a los dueños de mascotas la posibilidad de que no se acabara todo con su muerte. La planta, que tiene vida, les permite continuar conectados a su mascota, cuidando de ella de alguna forma y recordarla con cariño», comentan las dos jóvenes estudiantes en los locales que pone a su disposición la facultad de Mondragon Unibertsitatea en su sede de Bilbao, como oficinas para su proyecto empresarial.
Poto, drácena y crotón
Cuando una mascota muere el proceso habitual es que el veterinario la lleve a incinerar. Hay dos opciones, cremaciones individuales, que son más caras -cerca de 200 euros-, y colectivas para perros, gatos, pájaros, hámsters... En el caso de las primeras, el dueño puede quedarse con las cenizas. «Lo habitual es que se lleven las cenizas en una caja o urna y las guarden en casa, pero resulta más frío. También hay gente que las mete en un colgante o en un anillo, en alguna joya. Nosotras queríamos que los dueños tuvieran un cachito de vida de su mascota», dicen. Consultaron con expertos para elegir el tipo de planta y de macetas que se ajustaran a su proyecto y buscaron proveedores. Optaron por tres plantas: drácena, crotón y poto, porque se pueden tener en casa y viven muchos años. «Pensamos que debían ser de interior porque en las ciudades hay pocas oportunidades de tener un jardín», explican.
Los clientes tienen dos posibilidades, llevarse las cenizas y completar ellos el proceso -se les da un folleto con las instrucciones para el cultivo- o que les entreguen ya la maceta preparada. Estas dos jóvenes emprendedoras han cuidado todos los detalles y han previsto que la planta pueda morir transcurridos unos años. Por ello, el kit que dan a los clientes incluye un frasquito de cristal en el que se guarda una parte de las cenizas y se entierra en el fondo de esta especial urna. De esa forma se puede hacer una segunda plantación en el futuro. La maceta es de cerámica y el saco que envuelve el kit -que incluye tierra y dos palitas- es biodegradable. Todo el pack cuesta entre 30 y 40 euros, según el tamaño.
Han ofrecido este servicio 'funerario' a incineradoras de toda España y han logrado ya acuerdos con dos. «Trabajamos con una que hace cerca de 70 incineraciones de animales al mes», detallan, convencidas de que hay un hueco en el mercado para su novedosa propuesta. De hecho, el proyecto tiene poco más de un año de vida y estas dos jóvenes venden a buen ritmo sus urnas-maceta. «Hemos hecho encuestas por la calle entre dueños de mascotas que nos confirman que les parece una buena idea. Pueden tener una gran demanda si nos damos a conocer. Hemos repartido folletos por todas las clínicas veterinarias», relatan animadas. Ya estudian, incluso, la posibilidad de ampliar su negocio de urnas-maceta a las personas. Que las cenizas de un ser querido se puedan convertir en un planta.
La empresa Motion que comparten con sus compañeros, además de este proyecto, tiene otros dedicados a videojuegos e iniciativas relacionadas con el ocio. Los beneficios de todos los negocios que ponen en marcha los estudiantes de esta facultad, de la que surgen muchos jóvenes emprendedores, se utilizan para poner en valor las ideas que lanzan otros alumnos.
Las claves
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70 incineraciones de perros, gatos, hámsters hacen de media algunas incineradoras vascas en un mes.
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Sin ánimo de lucro Los beneficios de estas empresas de alumnos se reinvierten en proyectos de otros estudiantes