La misma calle donde vivía el ladrón de una pistola que nunca apareció
L. L. / D. S. O.
Lunes, 30 de septiembre 2024, 00:40
Hace casi un año, el 18 de noviembre de 2023, se activó un imponente dispositivo policial en Bizkaia para dar con el ladrón de una ... pistola. El robo había ocurrido en Barakaldo. Aquella misma jornada, a mediodía, un joven entró en el domicilio de un ertzaina y se llevó una bolsa en la que el agente guardaba su placa identificativa y un arma cargada. Era una 'Glock 19' de uso personal, ya que los policías autonómicos están obligados a dejar la reglamentaria, una 'HK', en el armero de la comisaría a la que están adscritos.
Desde el principio se sospechó de un joven de 19 años cuyo historial disparó las alarmas hasta niveles aún más preocupantes: tenía numerosos antecedentes por robos y también por violencia de género. Es más, su expareja era una mujer con una orden de «protección especial» tras haber sido maltratada. Es el blindaje más importante que los cuerpos policiales otorgan a las víctimas de violencia machista. Supone un control continuo con sistemas telemáticos y, además, implica la protección por parte de escoltas.
La historia aquella fue tumultuosa porque el joven sospechoso se entregó, luego fue puesto en libertad, hubo una agria polémica entre la Ertzaintza y los jueces por esa decisión de dejarlo en la calle... Lo realmente preocupante es que el arma, que se sepa, nunca apareció.
Y todo esto, recordar esta historia, viene a que el lugar en el que residía el presunto ladrón, a donde supuestamente fue tras el robo del arma, donde siguió viviendo junto con su familia y donde apareció la mochila robada con la placa del policía, pero no con la pistola, es una casa de la calle Zubileta, de Barakaldo. La misma calle en la que ayer tuvo lugar el tiroteo que se cobró la vida de una persona y dejó a otras dos heridas.
Hace casi un año un joven con antecedentes que residía en Zubileta fue acusado de sustraer el arma de un ertzaina
Lugar complejo
Se trata de una zona compleja y humilde. Poco más de un mes después de aquel robo, en diciembre del año pasado, una patrulla de la Ertzaintza identificó junto a un club de alterne de Trapagaran a tres individuos que circulaban en actitud que les pareció «sospechosa» . Los sujetos llevaban el material que suele emplearse en robos de viviendas y trasteros, como destornilladores, tijeras y guantes. También otros objetos, como una carabina de aire comprimido y cartuchos. Se dio entonces la circunstancia de que uno de los identificados, de iniciales K. P. A, era primo del joven que estaba siendo investigado por el robo de la pistola.
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