Califican de homicidio agravado el crimen de la niña de Atxuri

El pasado día 5 de abril se celebró en el juzgado una vista con las partes, como exige la Ley del Jurado, en la que avanzaron sus posiciones. En principio, el fiscal seguirá la misma línea que la acusación, mientras que la defensa ha solicitado que su patrocinada sea sometida a un análisis psiquiátrico ante la posibilidad de que actuara afectada por una enfermedad mental. Los forenses especialistas en psiquiatría del Instituto vasco de Medicina Legal deberán determinar si la acusada es imputable o no.

Mientras, ha vuelto a ser trasladada a la cárcel alavesa de Zaballa, que cuenta con módulo para mujeres, desde Mansilla de las Mulas (León) adonde fue enviada por motivos de seguridad. La presa está incluida en un programa de prevención del suicidio. Se encuentra ingresada en prisión provisional acusada de haber matado a su hija suministrándole un cóctel de medicamentos, algunos de ellos en dosis letales, de los que ella tomaba para el dolor de espalda y antidepresivos, entre otros.

El crimen se produjo en el domicilio familiar, ubicado en el barrio bilbaíno de Atxuri. La hija mayor de la mujer encontró a su madre y su hermana abrazadas en la cama sobre las diez de la noche. La niña había fallecido víctima de una intoxicación medicamentosa mientras que la madre se encontraba en parada cardiorrespiratoria, con los mismos síntomas. Fue reanimada por los sanitarios, que la trasladaron al hospital de Basurto, donde se recuperó. La mujer había intentado también quitarse la vida provocándose cortes en los brazos. Cuando salió del coma y fue trasladada a planta, el día 23 de enero, fue detenida por la Ertzaintza en el mismo hospital bajo la acusación de homicidio. El juez decretó para ella la prisión preventiva.

Junto al cadáver de la cría había una carta manuscrita de contenido exculpatorio. La Ertzaintza sospechó desde el principio que la misiva había sido ideada por la mujer y las pesquisas realizadas avalaron esta hipótesis. Ante el juez, la acusada declaró que un individuo encapuchado le había dictado lo que tenía que apuntar y la había obligado a dar a su hija las medicinas y después a tomárselas ella. Desde la cárcel ha enviado otra carta en la que insiste en esta idea.