Bilbao prueba dos parques pioneros en Europa con juegos de memoria para los mayores
Si la experiencia en San Ignacio y Amézola tiene demanda los aparatos se extenderán por el resto de barrios
Arthur Schopenhauer era un gran filósofo, así que tenía mucha habilidad para transformar las cosas evidentes en principios lógicos incontestables. Decía, por ejemplo, que un ... 90% de nuestra felicidad depende de la salud. Que un mendigo sano será más feliz que un rey enfermo. Que es ridículo buscar cualquier forma de placer que pueda terminar comprometiendo nuestro estado físico o mental.
Por eso son tan importantes las políticas públicas encaminadas a promocionar la salud. Un ejemplo de ellas son los parques biosaludables, donde las personas mayores pueden ejercitar sus músculos. Sus piernas y sus brazos. Son bien conocidos porque hay casi medio centenar repartidos por Bilbao. Pero, ¿qué pasa con el músculo más importante? Ahora se le está empezando a prestar atención al cerebro.
De hecho, la ciudad es pionera en la implantación de aparatos donde realizar ejercicios cognitivos en el espacio público. Animan a pensar. Y no sólo eso. Se trata de juegos en los que los abuelos pueden compartir actividad con los nietos, con amigos, con gente que está al lado... Que fomentan la interacción con otros. Y eso, en sí mismo, ya son vitaminas para la cabeza. Desde el Ayuntamiento y la empresa que diseña y fabrica estos equipamientos aseguran que no hay nada parecido ni en España ni en Europa. Se están probando en la plaza Levante, de San Ignacio, y en Amézola. Si todo va bien, si hay demanda, se extenderán a los corazones de todos los barrios.
Los paneles trabajan la salud cognitiva y también tratan de fomentar las relaciones sociales
Objetivos
En cierto modo es normal que aquí, en Bilbao, haya una preocupación especial por preservar la salud de los mayores toda vez que se trata de un colectivo creciente. Envejecemos rápido. Ahora, el 24% de los vecinos tiene más de 65 años, un porcentaje que en 2008 era únicamente del 21%. Y para 2030, según las proyecciones demográficas del Ayuntamiento, se elevará hasta el 29%.
«El envejecimiento, en muchos casos, no sólo supone un deterioro físico, sino también cognitivo», constata Isabel González, gerente de Ortotecsa, la empresa que diseña y fabrica estos aparatos. La firma comenzó creando los conocidos artefactos para hacer ejercicio físico, y hace dos años empezó a investigar cómo construir equipamientos que ayudasen a activar la mente. «Cada vez hay más casos de alzheimer o ictus, y también de depresión por soledad que acaba en falta de atención». Pues bien, existen ciertos juegos que ayudan a fijar la atención, a reforzar la memoria y hasta a socializar.
¿Y dónde ponerlos? Por supuesto, en los parques. «Las personas mayores pasan mucho tiempo en ellos», constata Fran Víñez, director de Obras del Ayuntamiento de Bilbao. Por eso, a la hora de mejorar la calidad de estos espacios públicos se ha pensado en reservar zonas para el trabajo intelectual. Además, se pretende acabar con lo que llaman «conflicto intergeneracional». Es decir, la tradicional división entre las zonas diseñadas para los niños y las de los mayores. Al fin y al cabo, si la mayoría de las veces son los abuelos quienes acuden con los nietos al parque, ¿por que no situar juntos los espacios para unos y para otros? Es más, los nuevos aparatos pensados para el desarrollo cognitivo echan abajo esa barrera entre generaciones porque permiten a pequeños y mayores participar en los mismos juegos.
Ayuntamientos como el de Madrid ya han mostrado interés por implantar este tipo de equipamientos
seguir los pasos
De memoria
¿Y qué juegos son esos? Paneles de cifras y letras, de formar parejas, de tres en raya, refranero, pruebas de seriación, sopas de letras, sumas y restas... En definitiva, «terapias cognitivas», dice Nekane González de Mendivil, gerente de Murbidecor, la empresa distribuidora que ha montado estas instalaciones. Surge una duda. Si son paneles fijos, ¿no se conocen de memoria las soluciones tras un par de usos? Depende. En algunos casos los juegos, para una persona que disfruta de plenas capacidades, se agotan con un uso. Pero para quienes presentan un deterioro cognitivo en el que la memoria padece, todo es nuevo de un día para otro, alega González de Mendivil. Además, Isabel González, de Ortotecsa, incide en que algunas de las actividades tienen usos infinitos, como el tres en raya que, además, anima a interactuar con otros.
Al final, se trata de una nueva vuelta de tuerca en el mundo de los equipamientos públicos que en una sociedad cada vez más envejecida tenía que llegar. Desde la empresa fabricante aseguran que, tras la experiencia pionera que se está llevando a cabo en Bilbao, varios ayuntamientos, como el de Madrid, «ya han solicitado y presupuestado» incorporar en sus parques públicos estos aparatos. Quizás en unos años sean tan populares como esos en los que se pedalea.
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Cómo hacer que los niños se muevan más
En las ciudades modernas el plan es que la gente recupere las calles, los espacios públicos, que durante muchos años fueron colonizados por el tráfico. Y hay dos retos fundamentales: hacer entornos amables con las personas mayores, que hay muchas; y reservar espacios dinámicos para los niños, que hay pocos. Además, no se mueven demasiado. De hecho, desde hace años las autoridades sanitarias advierten de los crecientes niveles de obesidad en los pequeños.
Para ellos Bilbao también tiene planes. En julio, el Ayuntamiento inauguró en Jardines de Garay, en Txurdinaga, un parque que «va más allá de los columpios. Se tratan de recuperar juegos antiguos, en el suelo, con secuencias lógicas, gamas de colores... Se trata de que los chavales se muevan». Lo cuenta Fran Víñez, director de Obras. El propósito es que suden más y pasen menos tiempo frente a pantallas. Como en el caso de los equipamientos para mayores, este tipo de juegos para pequeños ha venido para quedarse. «Vamos a seguir en esta línea».
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