Bilbao despliega sus primeros diez radares pedagógicos para reducir la velocidad. ¿Dónde están?

El objetivo, aclaran medios municipales, no es sancionar. De hecho, los aparatos no tienen capacidad de tomar datos personales. Lo que sí registran, de forma «anonimizada», es cuántos vehículos circulan por cada punto, a qué velocidad van, cómo se comportan al divisar el radar... Como alcanzan, al menos, los dos carriles más próximos a su emplazamiento, proporcionan una «completa información» que permitirá conocer mejor la movilidad y tomar decisiones. Bien sea el «traslado» de una localización a otra o disponer en los escenarios más problemáticos los dos radares móviles de los que dispone la Policía Municipal, que sí multan.

La concejala responsable del área, Nora Abete, explicó que «los conductores podrán conocer la velocidad a la que circulan en sus desplazamientos, permitiendo de esta manera concienciarles de la importancia de cumplir con la limitación de 30 km/h» que impera en el casco urbano. Cada equipo está encastrado en una señal de aluminio y un poste telescópico. Al pasar un vehículo, señalará su velocidad; en color verde cuando sea inferior a 30 km/h y en rojo en caso contrario. En este supuesto, mostrará la advertencia «Kontuz/Atención». Si se cumple con la ordenanza municipal, se podrá leer «Ondo/Correcto».

La edil recordó que Bilbao «lleva apostando desde hace años por la movilidad sostenible» y ha adoptado «los instrumentos precisos para moderar la velocidad en el área urbana, porque las consecuencias tanto para la seguridad de las personas como para la sostenibilidad son altamente beneficiosas». Los resultados de esta política, subrayó, «se notan en la mejora de condiciones y seguridad de circulación de vehículos, peatones y ciclistas».

El año pasado, el primero completo con la nueva limitación de velocidad, se registraron en la ciudad 95 atropellos, dos de ellos mortales. En 2020, el ejercicio con más restricciones a la movilidad, por efecto de la pandemia, se computaron 85 arrollamientos y cuatro viandantes perdieron la vida. Comparando estos datos con los cursos anteriores a la crisis sanitaria, se aprecia una reducción importante del número de accidentes en los que se ven envueltos peatones. En 2019, por ejemplo, hubo 140. El anterior, 155. En 2017, fueron 166; y 183 en 2016.

Entre las ubicaciones elegidas por el Ayuntamiento se encuentran varias vías «complicadas», calles anchas que invitan más a correr que otras estrechas. Algunas, como Sabino Arana, Carretera Bilbao-Galdakao, Juan de Garay, Atxuri-Avenida Miraflores, Avenida Montevideo en dos puntos y Avenida Zarandoa, estrenaron ayer estos radares. También se desplegaron en Carretera Rekalde-Larraskitu, en Julián Gayarre y en Fray Juan.

De aquí hasta octubre se colocarán en las otras 19 ubicaciones previstas. Cuatro estarán en Artxanda, tres en la Avenida Lehendakari Aguirre, dos en el puente de Deusto, dos en Alameda Urquijo y otros tantos en Avenida Jesús Galíndez. Habrá uno en Iparraguirre, Zumalakarregi, Maurice Ravel, Zamakola, General Concha y Avenida del Ferrocarril.