Dos barcazas gigantes traídas de Holanda montarán el nuevo puente de Zorrozaurre
La estructura ya está prácticamente finalizada en tierra y la operación durará cuatro días. El objetivo es que el enganche final se produzca el 15 de diciembre
josé domínguez
Lunes, 4 de noviembre 2019
La fecha todavía puede variar en función de que lo permitan las mareas, «o el viento, porque habría que suspender todo si supera los 40 ... kilómetros por hora», pero el día elegido para ensamblar el segundo puente de Zorrozaurre, el que unirá la isla con San Ignacio a la altura de la calle Islas Baleares, será el 15 de diciembre. Así lo aseguró este lunes Carlos Quindós, el director de Visesa (sociedad dependiente del Gobierno vasco y adjudicataria de la obra), en la Bienal Internacional de Arquitectura de Euskadi Mugak, organizada en el Itsasmuseum por el clúster vasco de la construcción Eraikune. La estructura ya esta casi montada en la margen izquierda del canal y será transportada hasta el punto exacto por la misma ría a bordo de dos grandes pontonas. La operación, dada las magnitudes y que el viaducto –tendrá 75 metros en total pero este tramo central es de 60,77–, se moverá en una sola pieza que pesa 320 toneladas, se prolongará durante cuatro jornadas.
Según explicó Alberto Val, gerente de Ferrovial Agromán en el País Vasco, la mayor parte de este plazo se lo llevarán los trabajos para montar el puente sobre las dos barcazas, «un sistema similar al que ya utilizamos cuando montamos la pasarela Pedro Arrupe junto a la universidad de Deusto en 2003». Primero hay que montar con módulos especiales dos carros de 20 metros cada uno y separados 40 metros entre ambos. Por medios hidráulicos, estos equipos son capaces de subir o bajar con gran precisión y también moverse con facilidad.
Una vez que hayan conseguido colocar «sus zapatos» al viaducto, el conjunto se trasladará tal y como ha sido construido «a lo largo» –la carretera de forma perpendicular a la ría– hasta la orilla y desde allí se subirá a las dos pontonas, también de dimensiones gigantescas, 65 metros de eslora (largo) por 11,5 de manga (ancho) y 3,5 de puntal (alto). «Son unas plataformas especiales que tienen que ser remolcadas y que traeremos desde Holanda para esta operación», remarcó Val.
Operativo antes de abril
Cuando el tramo central del puente esté en el agua, se procederá a moverlo hacia el punto donde ya se han construido en cada orilla los estribos donde deberá ser anclado. Al ser la anchura del canal de poco más de 80 metros en esa zona, «el movimiento tendrá que ser lateral un tramo, hasta que la anchura del cauce se abre hasta 100 metros».
Entonces las barcazas darán un giro de 90 grados y se procederá al enganche. «Aprovecharemos la que esté subiendo la marea para hacerlo en el momento exacto, porque eso nos dará seis horas de margen para ajustarlo todo». Se deberán dejar descansar la plataforma sobre los estribos, «bien por la propia acción de la marea o utilizando ayuda hidráulica». La conexión con la orilla se hará a través de un sistema de «rotulas y perchas» que, además de facilitar el enganche, en el futuro absorberán las dilataciones naturales del viaducto.
Carlos Quindós añadió que el objetivo es que el puente pueda estar operativo «para finales del primer trimestre del próximo año. Pero puntualizó que sólo será para uso interno de las obras en la isla,«ya que para esas fechas arrancará la urbanización de la zona norte». Los trabajos de construcción, adjudicados por 10,1 millones de euros, empezaron en marzo del año pasado y las dimensiones definitivas del puente será de 75 metros de largo por 28 de ancho. Sobre la parte alta del tablero se elevarán dos arcos simétricos con nervios metálicos. Tendrá dos carriles por sentido y aceras a ambos lados de 4,4 metros de anchura. Cuando la obra esté completamente terminada y al viaducto se le haya añadido el asfalto, todas las tuberías y equipamientos subterráneos, el hormigón y hasta las aceras, su peso definitivo rondará las 1.400 toneladas.
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