Balmaseda comienza a ver la luz con la reforestación popular tras el trágico incendio de octubre

En una jornada que iba a ser de diversión y alegría en Balmaseda, al recuperar su popular concurso de putxeras tres años después, en cuestión de minutos el día se transformó en un infierno de fuego antes de las diez de la mañana. Un incendio, alimentado por el fuerte viento que azotó toda Bizkaia y por la sequía, puso en jaque a los equipos de emergencias, que tuvieron que emplearse a fondo para evitar que las llamas afectaran al núcleo urbano.

En aquel fatídico día, los bomberos combatieron las llamas en la zona suroeste de Balmaseda, en el límite con Burgos, y algunos focos en el entorno de Malabrigo, por encima del barrio de La Herrera y cerca del antiguo parque de bomberos en Nocedal (Zalla). Se vieron afectadas fundamentalmente masas adultas de coníferas que deberán ser taladas y otras repoblaciones más jóvenes.

Hoy, a las 9.30 de la mañana, se han reunido una treintena de vecinos en la plaza San Severino de la localidad más importante de las Encartaciones en un día soleado y con unas enormes ganas para ayudar en estas labores de Auzolan de forma voluntaria. De diez a doce, han iniciado estos trabajos de deforestación plantando frondosas en una práctica que se repetirá durante los tres próximos fines de semana. Además, el consistorio municipal elaboró previamente un dossier informativo con algunas indicaciones para las personas participantes. Entre ellas, se señalaba que todos aquellos interesados podían ir andando desde el instituto de la localidad hasta la zona por un camino señalizado, con una duración estimada de 15-20 minutos.

En el mes de octubre, el jefe del servicio de Montes de la Diputación, Carlos Uriagereka, señaló el deseo de que «esos terrenos se restauren a la mayor brevedad, para que no haya problemas de erosión y volver a tener una superficie adecuada, de tal forma que Balmaseda recupere y mantenga una gestión forestal sostenible, que es una herramienta pasiva de prevención».

Por otro lado, el ayuntamiento de Balmaseda había puesto a disposición de los ciudadanos para la jornada de hoy un vehículo para realizar viajes desde el 'Arbol Gordo' y ha proporcionado las azadas y material necesario para la reforestación, que continuará mañana. Todas aquellas personas que han participado, ataviadas con calzado y ropa adecuada por si el terreno estaba embarrado, habían tenido hasta el viernes la opción para apuntarse tanto en el SAC como en la Casa de Cultura. La respuesta de los vecinos está siendo importante y más de 150 personas se han apuntado para ayudar en estas tareas.

Entre ellos se encontraba Urbano García que ha acudido con su nieto Luken en un vehículo de los servicios de obra para ayudar en las labores de reforestación. «Ha sido una mañana muy bonita. Hemos ido plantando árboles y yo he plantado un roble tras coger la azada. La gran mayoría éramos del pueblo, pero había algún chico de Valencia también», ha manifestado, antes de recordar emocionado el trágico 23 de octubre en el que se le escaparon unas lágrimas tras ver el incendio.

Desde el Ayuntamiento de Balmaseda han declarado a EL CORREO que están recuperando «poco a poco» la ilusión. «Es una jornada bonita con padres, abuelos y niños y poniendo vida donde no había», prosiguieron.

«Es un paisaje desolado y quemado. Hemos empezado a plantar diferentes árboles como arces, castaños, robles o hayas. El sábado que viene va a haber bastante más gente ayudando y esto también representa una medida de sensibilización y concienciación de la ciudadanía tras este 'shock' que se vivió en Balmaseda en medio de las fiestas en el mes de octubre», explicaron.

Por último, el alcalde de la localidad, Aitor Larrinaga, ha sido otro de los que ha ayudado en los trabajos de auzolan de reforestación. Se encontraban en el monte Arbalitza, en la zona más afectada del incendio. «Estamos todos ayudando, hay niños con sus padres y los nietos con sus abuelos haciendo una plantación. Dentro del paisaje desolado que supone ver el incendio, es un rayo de esperanza ver cómo los jóvenes participan en las tareas de reforestación», concluyó.