La ausencia de OTA consolida a San Ignacio como el gran parking de Bilbao

Esta certeza empírica tiene ahora su confirmación científica. El área de Movilidad y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Bilbao ha elaborado un estudio que pone cifras a la situación: durante la mañana, de 9.00 a 13.30 horas en un día laborable, sólo el 41,4% de los coches aparcados en las calles de San Ignacio pertenece a vecinos del barrio. La mayoría, el 44,28%, viene de otros municipios. Y hay un 14,32% que pertenece a personas residentes en Bilbao que, mayoritariamente, dejan su vehículo estacionado en zona blanca porque no tienen plaza de garaje en la zona donde viven y en la calle es de pago. Estos se mueven poco, y algunos nada, incluso en semanas.

Durante el horario comercial de la tarde, de 15.00 a 20.00 horas, las proporciones se mantienen muy parecidas, aunque el porcentaje de residentes sube levemente, al 45,9%. Y por la noche, los vehículos que 'duermen' en las calles de San Ignacio pertenecen mayoritariamente a vecinos del barrio: el 57,28%. Son los que amanecen ahí a primera hora. Pero en cuanto se mueven, los huecos son ocupados por gente que viene de fuera. Según el estudio municipal, «a primera hora del día, en los tramos de la periferia como es la avenida Zarandoa, Islas Canarias y Orixe, existen plazas libres que son ocupadas muy temprano». Por lo demás, durante todo el resto de la jornada, hay «una ocupación altísima», por encima del 99% de las plazas en superficie, «sin aparcamiento libre a lo largo de todo el día».

Resumiendo: hace falta poner la OTA. La han pedido los vecinos y el Ayuntamiento, con estos datos bajo el brazo, establecerá el aparcamiento de pago «en el segundo semestre de este año», plantea el concejal de Movilidad y Sostenibilidad, el socialista Alfonso Gil. El plan es que antes del verano se apruebe la esperada nueva ordenanza de aparcamientos y con la regulación actualizada, a continuación, extender la OTA tanto a San Ignacio como a Elorrieta e Ibarrekolanda. Porque no tendría sentido dejar «zonas de escape» para que ocurra lo mismo que ahora, aunque a menor escala. La idea del equipo de gobierno también es ampliar la zona azul a La Peña, otro de los barrios que históricamente han pedido con más insistencia terminar con la saturación a la que los visitantes someten a sus calles desde hace años.

«El estudio ha demostrado que se está haciendo un mal uso del espacio público compartido», abunda Gil. Se refiere a que, en principio, no debería haber problemas para aparcar porque la oferta de plazas es superior a la de vehículos. Veamos: los 24.227 vecinos de Elorrieta, San Ignacio e Ibarrekolanda poseen un total de 8.614 coches. Y en estos barrios hay 10.227 plazas de aparcamiento (3.513 en la calle y casi 7.000 privadas y de residentes). Es decir, existe un excedente de 1.613 plazas. El problema es que se las 'comen' todas, y más que hubiera, quienes vienen de fuera y utilizan estas calles como parkings disuasorios.

Los propios vecinos en el consejo de distrito han demandado que se instaure la OTA, y el concejal de Movilidad lo considera normal. «Que haya más rotación va a beneficiar al comercio y, sobre todo, a los propios vecinos». Primero, por el lado de la salud, porque en la medida que haya menos coches dando vueltas por sus calles habrá también menos contaminación tanto del aire como acústica. Pero también desde el punto de vista económico y de la calidad de vida porque, presumiblemente, será más fácil aparcar. «Cuando se ponga, la OTA costará 45 euros al año», quizás menos de lo que muchos vecinos se gastan ahora en combustible tratando de encontrar sitio.