El sospechoso ingresa en prisión provisional mientras la Ertzaintza analiza nuevas pruebas
El estudio de móviles, los análisis de tóxicos, el ADN y las huellas en las escenas de los crímenes son algunas pesquisas pendientes
Nelson David M.B., nacido en el Valle del Cauca (Colombia) en 1996, se encuentra desde primera hora de la tarde de este sábado en ... la prisión de Basauri como principal sospechoso de un homicidio, de otros dos en grado de tentativa y de tres muertes bajo investigación de hombres gais entre septiembre y diciembre de 2021 en Bilbao. El titular del juzgado de Instrucción número 6 de la capital vizcaína encargado del caso, José María Eguía, le tomó declaración durante varias horas antes de adoptar la decisión. Una patrulla de la Ertzaintza le había conducido a las diez de la mañana desde la comisaría central de Erandio hasta el juzgado de guardia, ubicado en la calle Ibáñez de Bilbao. El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco informó a las 14.00 horas de que el juez había decretado la prisión provisional para el arrestado.
Pero con esta medida cautelar la investigación de los especialistas en homicidios de la Policía autonómica no acaba. Ni mucho menos. A partir de ahora se abre una nueva etapa, probablemente igual de compleja y relevante que la anterior y que puede esconder también algunas sorpresas. Quedan pendientes de resolver numerosos informes periciales de ADN y de huellas, el estudio del contenido de los teléfonos móviles tanto de la víctima como del propio sospechoso, así como de los listados de operaciones bancarias y análisis forenses que podrían afianzar la acusación o bien debilitarla.
El vicelehendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, afirmó el viernes, en la primera declaración pública del Gobierno vasco sobre el caso, que la Ertzaintza llevaba meses investigando. Sin embargo, los últimos días han supuesto un auténtico impulso a las pesquisas. Tanto que, al publicarse en algunos medios digitales y redes sociales la fotografía de la ficha policial y el nombre del sospechoso, éste decidió entregarse. Se presentó en la comisaría de la Ertzaintza en Irún a las ocho de la tarde del pasado viernes. La madre de su novia declaró a los periodistas que fue ella quien le animó a acudir a la Ertzainetxea, convencida de que no es culpable. El joven negó ante la Policía su implicación en las muertes de estos hombres y se ofreció a «colaborar».
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Concluían así nueve intensos días desde que EL CORREO reveló que la Ertzaintza investigaba a un sospechoso de la muerte de al menos cuatro hombres de mediana edad, de distintas profesiones y cierto nivel adquisitivo, que utilizaban webs de contactos entre homosexuales. Tras los fallecimientos, considerados inicialmente como naturales, sin un origen claro, sus cuentas eran vaciadas.
Momento clave
Uno de los momentos clave se produjo a raíz de la última muerte documentada, el 18 de octubre de 2021, en un piso del Casco Viejo bilbaíno. La familia explicó a su entorno que el hombre, de 43 años, había sufrido un ictus de manera repentina y había fallecido. Sin embargo, días después, un hermano de la víctima descubrió que se estaban realizando extracciones de distintas cantidades, hasta el límite de la tarjeta, de su cuenta en cajeros automáticos.
El arrestado fue trasladado al juzgado de guardia a las diez de la mañana y salió cuatro horas después
Un escalofrío debióde recorrer al ertzainaque descubrió los nexos entre las muertes
El forense que había practicado la autopsia encargó entonces un estudio en sangre específico de drogas de sumisión ante la sospecha de que este hombre hubiera sido drogado. Efectivamente, tal como sospechaban, el cribado reveló una dosis no letal de GHB o éxtasis líquido, una sustancia depresora del sistema nervioso central que anula la voluntad de quien la ingiere. El informe de autopsia concluía que se trataba de un posible homicidio por intoxicación de tóxicos.
La alarma se acrecentó al encontrar muchas similitudes entre esta muerte y otras, todas registradas en viviendas de Bilbao, sin que se apreciaran signos de violencia ni en el cadáver ni en el acceso al domicilio. Los cuerpos eran encontrados en el sofá, un lugar confortable para ofrecer a una visita. En todos los casos, las víctimas eran homosexuales. Cada nuevo dato que se buscaba cuadraba. La coincidencia definitiva apuntaba a que había sustracciones de dinero en las cuentas de los fallecidos. Un escalofrío debió de recorrer al ertzaina que realizó este descubrimiento. ¿Estaba ante un posible homicida en serie?
El otro episodio determinante se produjo el 17 de diciembre a escasos metros, en la misma calle de la parte vieja de Bilbao. Esta vez, el hombre con el que había contactado 'Carlos', el alias del sospechoso en la web 'Wapo' de contactos, tuvo más suerte. Los investigadores creen que se negó a ingerir la sustancia. Según relató, su cita empezó a besarle cuando tomaban algo sentados en el sofá y, de repente, sin mediar palabra, le intentó estrangular. Como pudo, él logró zafarse y se inició una persecución por toda la casa, con caída de muebles incluida, mientras la víctima pedía auxilio a gritos. «¡Me quieren matar!», chillaba con la esperanza de que algún vecino le escuchara.
Su desesperado instinto de supervivencia dio resultados. El miedo a ser descubierto empujó al agresor a huir de manera precipitada del piso antes de que apareciera la Policía. Las prisas le llevaron a cometer un gran error. Se dejó en la vivienda una mochila con su pasaporte y un envase que podía contener alguna droga. Estaba identificado, salvo que aquel documento perteneciera a otra persona. Los agentes debieron realizar las comprobaciones oportunas.
El atestado cayó en el juzgado de Instrucción número 6 de Bilbao, que a la larga ha asumido el resto de los casos. El juez dictó una orden de búsqueda y detención contra este individuo por un delito de lesiones graves, que podía también calificarse jurídicamente como intento de homicidio. Precisamente, Nelson David M.B. fue arrestado en la comisaría de Irún en base a esta requisitoria judicial, según reveló el consejero de Interior. Además del presunto homicidio consumado y del otro en grado de tentativa, existe otro superviviente que se salvó de una agresión similar, según desveló el viernes Erkoreka, y otras tres muertes en investigación con posible relación con esta trama.
Incógnitas
Aún quedan muchas incógnitas por responder. La principal se centra en averiguar si puede haber habido otras muertes sospechosas en Bilbao, en el resto de Euskadi o incluso en otras comunidades autónomas, ya que el sospechoso viajó a Murcia en diciembre, según desveló la madre de su compañera sentimental. Erkoreka dejó la puerta abierta. «No se puede descartar ninguna posibilidad. Pueden haberse producido en otras partes del Estado», apuntó.
Quedan muchas incógnitas por resolver;la principal se centraen averiguar si puede haber más muertes
También están pendientes los resultados de las analíticas al resto de las víctimas para saber si también fueron narcotizadas. Las muestras congeladas podrían haber quedado alteradas, pero es la única solución habiendo pasado ya varios meses desde el óbito. Además, en un sujeto fallecido resulta más difícil determinar si la sustancia es exógena o endógena, esto es, si la produce el propio organismo o bien viene de fuera.
Con apenas 25 años, Nelson David M.H. contaba ya con al menos dos antecedentes por estafa y usurpación de tarjeta. Se calcula que llegó a Bilbao en 2019 y que residió un tiempo en Ibarrekolanda. En febrero, se mudó a Irún, donde convivía con su novia y la madre de ella y colaboraba en un negocio de pollos regentado por su suegra. Había solicitado asilo y se lo habían denegado, por lo que se encontraría en situación irregular. La Ertzaintza seguía ya la pista guipuzcoana, pero el hombre más buscado de Euskadi se lo puso fácil.
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